MTF. Alfredo Arévalo
En el artículo pasado hablamos sobre la codependencia y cómo ésta afecta la manera en que se desarrollan las relaciones de pareja, lo menciono porque una de las características es la incapacidad de establecer límites, esto beneficia la aparición de otro comportamiento, el sentirse con derecho a todo, pues si dentro de una relación sin límites puedes conseguir lo que deseas, qué te impide hacerlo en otros ámbitos sociales.
Actualmente podemos observar una deformación de las palabras y su significado que podría llegar a una falta de realidad, anteriormente el comportamiento de las personas era en masa, no había medio de que la información llegara a todo el mundo hasta la aparición del internet, gracias a esto las personas se ahogan en un mar de datos que no sabemos procesar, y una forma de darle sentido es omitir información, lo que nos lleva a la desinformación.
Ahora se presenta una información personal o selectiva, anteriormente el amor tenía un significado universal, ahora no, se presenta lo que Walter Riso define como «amor líquido», el decir «te amo» o «te quiero» tiene otro sentido, uno muy subjetivo y carente de compromiso, pero no solo se aplica al amor, también el «trabajo» o la «educación» es diferente hoy en día, las personas buscan ser emprendedores, lo cual está bien, el lado negativo está en que las empresas duran menor tiempo, no generan los suficientes empleos, y hay un déficit en la seguridad de las personas que han pasado años trabajando en cuanto a sus pensiones.
En uno de mis artículos hablé sobre los libros de autoayuda, y de cómo el creerse únicos y especiales como un copo de nieve modifica de una manera ególatra la realidad, y a causa de ello inicia este comportamiento donde te crees con derecho a todo y que todos hagan lo que tú necesitas.
¿Dónde inicia?
Algunos autores lo manejan como una generación que tiene poca tolerancia a la frustración, donde un sentido de cómo deberían ser las cosas opaca drásticamente como son realmente, por ese sentido carecen de empatía hacia los problemas de otras personas, y sus necesidades se vuelven primordiales.
Podría ser el hecho de que ellos lo saben todo (gracias al internet) o que vivieron su infancia donde los padres les hicieron creer que podrían ser lo que quisieran, el hecho es que ellos tienen esa mentalidad siempre positiva y el decreto de que por ser «especiales» todo lo conseguirán.
¿Cómo afecta?
Esto podría ser una cualidad individual, sin embargo, ésta se refleja en la pareja, la familia, los hijos, el trabajo, la educación, y la sociedad. Principalmente en la falta de límites, los padres con un hijo así no saben ponerlos, y él al crecer sin ellos no sabe respetarlos.
Dentro de la pareja buscan ser superiores, y por ello la comunicación se ve afectada, además de la confianza y seguridad de la otra persona, pues al creer que tienen la razón de todo, se crea una barrera y la pareja como tal deja de existir.
En el trabajo, educación y sociedad, es el mismo conflicto que el de pareja, solo que a mayor escala, son esas personas que puedes encontrar en redes sociales discutiendo sobre cualquier cosa, criticando la capacitación de maestros y los cambios que se deberían hacer para mejorar, igual en el trabajo, ningún jefe (excepto ellos) hace un buen trabajo.
¿Cómo evitarlo?
Es complicado aceptar que estás equivocado, porque es luchar con toda la idea de que tienes la razón, y si no has tenido complicaciones debido a esa actitud el cambio no pasará.
En el caso de que alguien de tu familia, o alguna persona que conoces tenga ese comportamiento, lo mejor es darte cuenta de que es complicado que acepte y cambie, y los límites se vuelven necesarios, en todos los juegos hay reglas por alguna razón, por ello es necesario que si no existen se formen, y la principal debería ser “tu libertad termina donde inicia la del otro”.
Es bueno el buscar tus metas, crear objetivos para mejorar tu vida, pero en este contexto que cambia constantemente es necesario poner los pies en la tierra para reconocer tus valores y de los demás, además de saber que en ocasiones en necesario adaptarse.
“La realidad es simple: en la vida pasan cosas jodidas. Las cosas van mal. La gente nos cabrea. Se cometen errores y surgen emociones negativas. Y eso está bien. Las emociones negativas son necesarias y saludables para mantener una felicidad estable en nuestra vida” Mark Manson.
Sobreviviremos al próximo lunes…si reconocemos a las demás personas como seres con imperfecciones y defectos… justo como nosotros.
Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario, aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com