Por: Omar García Rosales
Existen pocas entregas que han logrado potenciar los juegos de rol al siguiente nivel de experiencia. Hace diez años la desarrolladora Bethesda, arrasó con todas las expectativas sobre este género, al presentarnos un fantástico y absorbente mundo.
Lanzado para PS 3, Xbox 360 y PC en 2011, la historia de The Elder Scroll V: Skyrim nos sumerge en las nórdicas tierras de Skyrim, la cual se encuentra en una guerra civil entre la facción de la Legión Imperial y Los Capas de la Tormenta. Para aumentar aun más la tensión, el mundo se encuentra amenazado por la profecía del dragón Alduin, quien una vez despierto destruirá todo a su paso. La profecía también habla de la llegada del legendario héroe llamado Dovahkiin, el cual dotado de la sangre de dragón, será quién venza a Alduin de una vez por todas. Una vez iniciada nuestra tendremos que ayudar a diferentes pueblos durante la guerra, evitar a las hordas de enemigos que buscan darnos fin y conocer más acerca de la profecía para derrotar al dragón.
Uno de los grandes atractivos de la saga de The Elder Scrolls, es su modo de juego abierto, en donde el jugador puede explorar a voluntad el mundo y decidir en que momento continuar con la historia principal, conociendo más a profundidad la historia del juego. Esto quiere decir que podemos hacer lo que nos plazca, desde servir fielmente al imperio, acabar con él o viajar por el mundo y explorar cada rincón de la región, permitiéndonos volver a nuestra misión en el momento que creamos más conveniente. La libertad es tal, que desde la creación de nuestro personaje podemos seleccionar hasta diez razas distintas las cuales van desde diferentes variantes de elfos, humanos y orcos. En este apartado se debe de mencionar que la elección de una de estas razas, no interfiere con la historia, pero brinda una experiencia más amplia una vez evolucionado el personaje, ya que cada raza cuenta con diferentes habilidades y beneficios.
Su interfaz de juego es sumamente amigable para disfrutar de la vista en tercera persona. Invitándonos a acabar hasta con el ultimo de los enemigos, para disfrutar de una llamativa animación en cámara lenta, brindándole un toque de espectacularidad y acción a las peleas. A todo esto, debemos de destacar la habilidad de “consumir el alma de los dragones”, la cual nos permitirá convertir nuestra voz en poder, creando diferentes magias, habilidades únicas y amplificación de energía para derrotar a los enemigos.
A diez años de su lanzamiento, The Elder Scroll V: Skyrim es una entrega que pareciera no tener fin, gracias a su infinidad de posibilidades para llevar a cabo nuestra aventura. Un título único e irrepetible que nos dejó en claro que los juegos de rol se pueden convertir sin problema alguno en una gran obra atemporal.
