Por Omar García Rosales
El cine de boxeo siempre ha estado presente en el cine. Sus historias nos presentan la lucha y superación personal que los protagonistas tienen que librar día a día. Hace ya 45 largos años atrás, un boxeador con poca suerte en la vida, nos demostró que en muchas ocasiones el éxito se consigue con el corazón, que con técnica.
Dirigida John G. Avildsen y estrenada en 1976, Rocky nos presenta la vida de Rocky Balboa (Silvester Stallone). Un boxeador amateur sin mucha suerte por la vida, que trabaja como golpeador de un prestamista italiano en los barrios de Filadelfia. Su vida personal también es de lo más simple, ya que solo entrena por su propia cuenta en un gimnasio, ayuda en sus posibilidades a la gente del barrio donde vive y pasa horas cuidando y hablando con su amigo Paulie, ya que tiene un interés amoroso con su hermana menor Adrian, una mujer tímida que muestra cierta simpatía por este.
La vida de Rocky cambia cuando el campeón de los pesos pesados Apollo Creed (Carl Weathers), tiene que buscar a un nuevo oponente para su pelea de fin de año. Y encuentra Rocky la formula perfecta para conseguir mayores ganancias económicas y mayor difusión de su figura pública. Nuestro protagonista acepta pelear contra el campeón debido a la considerable suma de dinero que ganará por el espectáculo, pero dentro de él se mantiene la esperanza de poder alzarse con el campeonato. Por lo que, a su estilo y posibilidades económicas, Rocky entrena arduamente para demostrarle a quienes no creyeron anteriormente en él, pero principalmente así mismo, que puede darle una buena pelea al campeón.
Con un presupuesto no mayo a un millón doscientos mil dólares, la cinta se convirtió en la película más taquillera de 1976, consiguiendo cautivar y convencer a la crítica y público en general haciéndose de tres premios Oscar (Mejor director, montaje y película), logrando desbancar a la gran Taxi Driver de estos premios. A todo esto, hay que destacar su banda sonora, ya que el tema “Gonna Fly now” es uno de los puntos más fuertes y recordados de la película, que aún a nuestros días se sigue empleando en eventos deportivos.
Uno de los grandes atractivos del metraje, es la representación de muchos deportistas que se encuentran en la cima por medio del personaje de Apollo, ya que estos tienden a ser arrogantes y presumidos, siempre menospreciando a los contrincantes. Mientras que, en el otro extremo, el personaje de Rocky representa la tenacidad y deseos de millones de deportistas en todo el mundo por tener una oportunidad de debutar en algún deporte.
A cuarenta y cinco años de su estreno en cines, Rocky no es solo una película más para promover el deporte. Sino una cinta que acercó a millones de personajes a practicar boxeo, que representa el sueño americano apoyado de una gran banda sonora y un personaje entrañable que forman parte de nuestra vida y de la cultura popular.
