- Testimonios de sobrevivientes de cáncer de mama.
- Ojalá la ciudadanía entendiera, pusiera más atención en su salud para un diagnóstico oportuno, pero “en cabeza ajena nadie entiende”.
Perla Rodríguez / La Voz de Durango
Tras obtener un diagnóstico de cáncer de mama, “desde mi experiencia, son tres puntos que considero fundamentales en el proceso, nuestra salud no está para después, como madres siempre postergamos. Decirles que nuestra salud es prioridad, porque en la medida que nosotros nos cuidemos y amemos, va a ser la misma medida que vamos a amar y a dar ese cobijo y abrigo. La segunda, una detección oportuna, a partir del autoconocimiento, autocuidado, pues podemos detectar las señales que nos indiquen cuando algo no está bien. La tercera, un diagnóstico y atención médica veraz y profesional, que va a ser la diferencia”.
Declaró en el marco del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, Mariana Alvarado Robles, una mujer duranguense sobreviviente a este padecimiento.
Insistió a todas las mujeres, y hombres también, a estar pendientes de su salud, y de esos cambios que pueden observarse, a fin de una detección oportunidad, en determinado momento.
“Nadie espera un diagnostico así. El diagnóstico confirmatorio de cáncer, con todas sus letras ya conlleva de por sí una carga emocional, psicológica y físicamente también, terrible”.
Narró que su detección llegó el 25 de junio del 2020, fecha que asegura nunca habrá de olvidar, pues la marcan en un antes y un después, la vida ya no es la misma.
“Soy paciente del Centro Estatal de Cancerología, y soy sobreviviente de cáncer de mama, estoy aquí por una oportunidad más de vida, gracias al amor fuerza que Dios me ha dado para enfrentar y afrontar esta condición de vida que nos tocó”.
Por su parte, María Estela Miguela Cuevas, también sobrevivió al cáncer de mama, desde hace 11 años, enfermedad que le fue detectada mientras estaba en un proceso de embarazo, lo que complicó aún más el proceso.
“…que nuestro testimonio pueda servir a muchas mujeres. (…) Desafortunadamente no muchas lo quieren ver, no todas se quieren, no todas se aman, porque no quieren tocarse y explorarse. Ojalá hubiera alguna manera para hacerlas entender, pero dice el dicho ‘en cabeza ajena nadie entiende’, soy sobreviviente de hace 11 años”, expresó.
Contaba con cinco meses de embarazo cuando le detectaron cáncer de mama. Llevaba ocho años con lo que ella llamó un “amigo interno dormido”, sin embargo, volvió hace dos años, un 11 de octubre.
“…despertó y haciendo metástasis en hueso. Aquí estoy gracias al apoyo de los médicos. Ha sido muy difícil esta batalla, porque lidiar, vencer el cáncer de mama, y volverlo a vencer en hueso, y seguir. Esto no termina, no se acaba hoy ni se acaba en 10 años”.
Dijo, ya se tiene esa condición de vida, a quien llama amigo, el cual cualquier pudiera despertar, por lo que insistió en que la gente se mantenga pendiente de su salud, y sobre todo que le den prioridad.
