Por Omar García Rosales
Con el pasar del tiempo las innovaciones de viejos videojuegos siguen influyendo a las nuevas generaciones. Dejando de lado a los zombis y fantasmas, Silent Hill 2 demostró hace ya 20 años atrás, como se puede producir pavor en los jugadores empleando el terror psicológico.

Lanzado en 2001 por Konami y Team Silent, el videojuego de Silent Hill 2 sería el primer título de terror de la desarrolladora nipona en la PS 2 la cual nos devolvió al pueblo de la eterna niebla. Su historia transcurre diez años después de los hechos de la primera entrega, en la que conocemos a James Sunderland, un hombre que acude al misterioso pueblo de Silent Hill, luego de que recibiera una carta escrita por esposa, quien aparentemente le está esperando en este lugar. Siendo el mayor inconveniente que su esposa lleva muerta tres años debido a una enfermedad degenerativa. Al llegar James se encuentra en un mundo de pesadilla que va aumentando a medida que nuestro protagonista recuerda más cosas de su pasado y habla con las diferentes personas que va encontrando en su camino. Cada rincón del pueblo se encuentra invadido por una densa y misteriosa niebla, en donde extraños series le persiguen sin cesar para darle fin.

El título rápidamente dio de que hablar entre los jugadores, al presentar una historia muy adulta y oscura. En esta existen muchos simbolismos y finales abiertos que son un gran viaje al subconsciente del protagonista y los diferentes personajes, ya que en las diferentes criaturas se materializaban sus frustraciones, el dolor, la culpa reprimida y los deseos ocultos.
Los personajes con los que nos iremos topando en nuestro camino, son presas de este laberinto al que llegaron huyendo de un pasado que no quieren aceptar, siendo el pueblo su infierno personal, en donde el rechazo a nuestras acciones, termina por convertirse en monstruos que no logramos comprender. Todos estos elementos son potenciados por un lugar desolado y silencioso, que nos deja en claro que los mayores terrores a los que nos enfrentaremos, provienen de nuestra mente.
Dotado de una gran y escalofriante banda sonora, una atmosfera oscura y sofocante, poca munición, diálogos adultos y la incertidumbre al avanzar, sazonado de una gran tensión, el título es considerado como una de las grandes obras del mundo de los videojuegos y el que abrirá la puerta a entregas más adultas en la industria.

A veinte años de su lanzamiento, Silent Hill 2 es uno de los máximos exponentes del terror psicológico en el mundo de los videojuegos. Un título que ha envejecido bien y que pone en tela de juicio las dudas más terroríficas sobre los conceptos del bien y del mal, alejándose de la acción, para presentarnos un proyecto más personal orientado en la idea del miedo personal a lo desconocido.

