MTF. Alfredo Arévalo
He escuchado en varias ocasiones cuando llega una pareja al consultorio que catalogan su relación como toxica, y explican ciertos comportamientos como: revisar su celular, celos, excesivo control de lo que hace la pareja, entro otras. Las relaciones tóxicas pueden llegar a ser de muchas maneras y en varios niveles de intensidad, y esto puede arruinar una amistad o una relación amorosa.
Se pueden agrupar las relaciones tóxicas dependiendo de los vínculos emocionales que se tiene con la pareja o amigos. Los principales desencadenantes de relaciones tóxicas en el ámbito de la familia, de los amigos, o de la pareja, se tratan de conflictos en la comunicación, que podrían verse en ocasiones como aislados de los demás; pero en ocasiones se complementan.
Reproches y discusiones
Este es en la mayoría las situaciones el síntoma por el cual asisten a terapia y por el cual definen la relación como toxica, y no alcanzan a percibir de manera completa que el hecho de haber pasado por varias situaciones de discusiones y malentendidos los han llevado a adoptar una actitud a la defensiva.
Es decir, que en este sentido la “toxicidad” en una relación genera un efecto de bola de nieve por el cual ninguna de las personas involucradas en esas riñas quiere exponerse, ser vulnerable, por lo que tiende a interpretar lo que hace el otro como un indicio de agresión. Por supuesto, esto tiene solución, lo complicado es romper esta dinámica, romper el ciclo de que sigue la pareja al realizar una pelea.
Celos
Esta es una de las causas de las relaciones tóxicas que más influyen en las dinámicas de vida en pareja, tanto en noviazgos como en matrimonios. Los celos están asociados a una necesidad de control sobre la otra persona que, en caso de no poder ser satisfecha, genera frustración e incluso hace que algunas personas traten de manipular emocionalmente a su pareja para que se sienta culpable por ejercer su libertad. En los casos más extremos, los celos van de la mano de los rasgos de personalidad psicopáticos, ya que se ve a la otra persona como una herramienta que debe adaptar a los deseos de uno en todo momento.
Rasgos psicopáticos
La psicopatía puede ser resumida como la tendencia a no dar importancia a los intereses y deseos, a no empatizar con otros; al ser uno de los aspectos de la personalidad se plasma en todas las áreas de la vida del individuo, y se mantiene más o menos estable con el paso del tiempo, aunque en determinadas circunstancias puede aumentar o debilitarse (aumenta en un contexto de estrés constante y disminuye en un ambiente que genera tranquilidad, como ir a terapia).
Aquí es necesario recordar que la psicopatía no es un fenómeno psicológico que se presenta en un grupo reducido de la población, personas incapaces de empatizar con el resto y que tienden a ver a los demás como herramientas para conseguir sus objetivos. Gracias a películas o series de televisión se asocia esta característica psicológica con los “psicópatas” (asesinos en serie, estafadores, etc.), la realidad es que la psicopatía es un espectro de comportamientos a distintos niveles. En definitiva, cuanto más marcada sea la tendencia a la psicopatía de un individuo, más proclive será a transformar sus relaciones personales en relaciones tóxicas.
Envidia
En ningún aspecto la envidia es buena, se presenta como un ataque la propia dignidad que al otro le vayan bien; esta situación se presenta como malestar y frustración; además, puede hacer que, de manera inconsciente, quien siente envidia trate de desvalorar lo que hace la otra persona, o incluso la motive (obligue) a tirar la toalla mediante burlas, reproches, etc.
Miedo a terminar oficialmente
El miedo a terminar está presente en muchas relaciones de pareja, pero también en ciertas amistades; la idea de renunciar a ciertas personas que han significado mucho para nosotros es dolorosa, y por eso, es un paso que muchos prefieren evitar. Aquí, para las relaciones tóxicas puede haber un factor importante, que es la sociedad o la familia; el seguir ciertos mandatos puede llevar a algunas personas a no atreverse a romper con su pareja, y se mantienen fingiendo todo el tiempo.
Estos son algunos de los factores que se presentan en las relaciones tóxicas, y en la mayoría de las ocasiones cuando son confrontadas las personas que están en esta dinámica no se dan cuenta del impacto que tiene en la relación; ellos lo ven como algo insignificante, y que no tiene que ver con la realidad que viven.
“No es suficiente amar a alguien. Tienes que dejarles sentir que los amas”. Casey Affleck.
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