Por Susan Medina
Estimados lectores, es un placer saludarlos como cada semana.
La corrupción es un tema que surge en cada plática entre comunes: pasó de ser un tema de analistas políticos a tema de chistes escabrosos.
El deporte no se queda atrás. Y la prueba son los recursos aplicados en programas federales: donde la simulación es la protagonista de los eventos mal armados, en el mejor de los casos. Material deportivo sin entregar u otorgado fuera de tiempo, pero con factura y pago seguro. Impresión de lonas, de “pon y quita” para “robarse” eventos o clases de activación en menos de 15 minutos. Altas como promotores deportivos a los mejores compadres. Compras a sobre precio con los cuates. Árbitros corrompidos por ganar un evento. Grilla de asociaciones a eventos deportivos, donde de forma literal pretenden vender un aval. Organizadores que cobran el arbitraje, pero pagan solo a dos o tres y entregan “normas” al resto del equipo técnico, como en el ajedrez. Números inflados. Camiones aprobados a manera de apoyo casi vacíos. Uniformes rotos, después del primer combate. La lista puede seguir.
El recurso no lo es todo. La esperanza de tener una cuota de poder también mueve corazones y lealtades. Desde fingir ignorancia hasta meter zancadilla. El desconocimiento real puede tener disculpa, pero las acciones alejadas del beneficio de los deportistas no.
El bloqueo está a flor de piel: desde atletas, árbitros y organizadores. Y dentro de las instituciones también: a quien no forma parte del “equipo”, a quien se atreve a criticar con sustento, a quien exige mejoras y apoyo en su deporte, a quien exige lo que se ha planteado en un plan estratégico de desarrollo deportivo. Los oficios de solicitud entregados son apilados, los proyectos dejados de lado. Y mientras tanto, los deportistas de corazón desempolvan sus tenis día a día para continuar con su entrenamiento.
Entre todo el conglomerado deportivo las quejas son muchas y las acciones son pocas. La valía reside en los entrenadores y padres de familia que van contra todo y contra todos, por el beneficio de sus hijos y alumnos. Todo el apoyo y respaldo para ellos.
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