- Porque somos campesinos todo mundo piensa que estamos dormidos, pero no, ya despertamos: Martín Rodríguez.
Por más de ocho años, la empresa Real del Oro, del corporativo Argonaut Gold se ha negado a pagar 500 hectáreas pertenecientes a la familia Gándara en el municipio de San Juan del Río, Durango. Existe una disyuntiva por el precio que intentaron sufragar por la tierra, debido a que al ejido se le reconoce un valor más alto que al particular, lo que representa una completa inequidad, dicha cantidad rondaría más de los 15 millones de pesos, informó Martín Rodríguez, líder ejidal.
Frente a los medios de comunicación, el representante del ejido donde se ubican las minas Del Castillo y San Agustín del municipio en mención, señaló de inoperantes las acciones por parte del corporativo que ha traído a la familia afectada con “puras vueltas”. El problema surgió al momento de querer tasar el valor de las tierras porque la ley no marca que por el hecho de ser particular el valor es diferente al del ejido.
En noviembre del año pasado, hubo una propuesta por parte de la empresa, que finalmente significaría un acuerdo, sin embargo, solo ahí se quedó. La persona que hizo el planteamiento fue cambiada de puesto y no se llegó a nada, por lo que la exigencia continúa y es que, para el ejido, el precio por hectárea ronda los 19 mil pesos, mientras que para el particular estaría entre los seis mil pesos.
Martín Rodríguez agradeció que, por parte de gobierno del estado, más puntualmente de la Secretaría General en la persona de Francisco Rodríguez Esparza, han recibido ayuda para tener pláticas, pero sigue sin haber respuesta por parte de la minera. “Esto es cuestión de voluntad, es solo que queda en uno que nos arreglen”, dijo.
De no llegarse a un acuerdo, las medidas se radicalizarían, en 2012 ya se tomó la mina, en 2015 se volvió a hacer, se pretenden agotar todas las instancias para darle solución a este problema, “el que avisa no traiciona y nosotros estamos avisando, porque somos campesinos todo mundo piensa que estamos dormidos pero no, ya despertamos”.
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
