Tanto China como Rusia afirman que sus vacunas tienen una tasa de eficacia similar a las desarrolladas en EU y Reino Unido (superiores al 90 %).
Agencias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a China y Rusia, que ya han autorizado el uso de sus vacunas contra la COVID-19 -Sinopharm y Sputnik-V, respectivamente- que le entreguen sus datos científicos para evaluarlos y dar el visto bueno para su uso de emergencia.
“Para que la OMS tenga una posición sobre las vacunas de Rusia y China tiene que ver los datos específicos. Lo que pedimos es que los países colaboren con nosotros y nos transmitan todos sus datos para que podamos ofrecer una opinión rápida sobre sus productos”, declaró este martes un alto funcionario de la OMS en Ginebra, Bruce Aylward.
El experto señaló que “hemos contactado con todos los fabricantes de productos relacionados con la covid y les hemos dicho que queremos adelantarnos a los acontecimientos y estar al día, así que les hemos pedido que entreguen sus datos cuanto antes”.
La OMS ya ha recibido los datos de las tres vacunas más avanzadas para combatir la pandemia: las que desarrollaron conjuntamente la farmacéutica estadunidnense Pfizer y la alemana BioNTech, la también estadunidense Moderna y la anglosueca AstraZeneca, en colaboración con la universidad de Oxford.
Al respecto, la jefa científica de la OMS, Soumya Swaminathan, declaró que el organismo mundial dependiente de la ONU espera dar su veredicto sobre la vacuna de Pfizer en las próximas “dos semanas” y, en unas pocas más, revisar los candidatos de Moderna y AstraZeneca.
Los organismos reguladores de Estados Unidos y Gran Bretaña ya dieron su visto bueno al uso de emergencia de la vacuna Pfizer y ambos países, junto con Canadá, empezaron a vacunar con ella a los grupos de mayor riesgo. Este martes, la Agencia para la Alimentación y la Medicina de EU (FDA, en inglés) aprobó también el uso de emergencia de la vacuna Moderna.
A la espera de que respondan al pedido de la OMS, China y Rusia se encuentran en conversaciones con varios países en desarrollo para abastecer de sus respectivas vacunas, con precios más bajos que las elaboradas en EU y Europa.
Egipto, por ejemplo, ha anunciado un acuerdo con China para empezar a vacunar próximamente a su población con la vacuna producida por la farmacéutica china Sinopharm.
Venezuela, Emiratos Árabes Unidos y Filipinas, entre otros, han indicado que planean distribuir las candidatas a vacunas rusa y china a inicios de 2021.
Tanto China como Rusia afirman que sus vacunas tienen una tasa de eficacia similar a las desarrolladas en EU y Reino Unido (superiores al 90 %).
