Por: José Adrián Ayala Simental
Hola, de nueva cuenta, compartiéndote otro interesante tema, que a ti como padre de familia te permitan apoyar el desarrollo deportivo de tu o tus hijos de acuerdo a la experiencia y desde el lado de mi especialidad, soy José Adrián Ayala Simental, me desempeño como psicólogo deportivo y te envió un gran saludo. Juegos cognitivos: el entrenamiento invisible que transforma a niños, adolescentes y adultos en el deporte.
JUEGOS COGNITIVOS
Cuando pensamos en entrenamiento deportivo, casi siempre imaginamos lo físico: correr más rápido, saltar más alto, tirar más fuerte o resistir por más tiempo. Sin embargo, existe un tipo de entrenamiento que pocas veces se menciona, pero que define la diferencia entre un deportista promedio y uno verdaderamente completo: los juegos cognitivos.
Los juegos cognitivos no son solo actividades lúdicas o ejercicios para “entretener”. Son herramientas científicas diseñadas para estimular el cerebro, mejorar funciones ejecutivas y fortalecer habilidades cruciales para el deporte y para la vida: atención, toma de decisiones, velocidad de reacción, autocontrol y estrategia. Son, en pocas palabras, el entrenamiento invisible que impulsa el rendimiento.
Y lo más sorprendente es que no son exclusivos de los niños. Adolescentes y adultos se benefician profundamente cuando incorporan este tipo de ejercicios a su rutina deportiva, ya sea futbolistas, basquetbolistas, corredores, nadadores o incluso personas que solo entrenan por salud.
¿POR QUÉ LOS JUEGOS COGNITIVOS SON TAN PODEROSOS?
Porque el deporte no solo se juega con los pies o las manos; se juega con el cerebro. Cada jugada, pase, movimiento o reacción es una decisión tomada en milésimas de segundo.
Los juegos cognitivos entrenan esas capacidades porque trabajan directamente sobre:
- Atención y enfoque
El deportista aprende a sostener su concentración durante periodos más largos, a filtrar distracciones y mantener la mente en el aquí y ahora.
Esto es fundamental para evitar errores por desconexión mental o impulsividad.
- Velocidad de procesamiento
El cerebro se vuelve más ágil para interpretar estímulos, anticipar movimientos y reaccionar más rápido.
Esa décima de segundo puede ser la diferencia entre perder la pelota o ganar un partido.
- Toma de decisiones
Los juegos cognitivos entrenan al deportista a elegir mejor y más rápido.
En el campo deportivo, decidir no solo es importante: es vital.
- Control emocional
Muchos juegos incluyen presión, tiempo limitado o retos complejos.
Esto ayuda al niño o adolescente a aprender a mantener la calma, reducir la frustración y manejar mejor la ansiedad en situaciones reales de competencia.
- Memoria de trabajo
El deportista aprende a mantener varias ideas en mente al mismo tiempo, como instrucciones tácticas, posiciones del rival, plan de juego y objetivos personales.
Creatividad y solución de problemas
Los deportes son escenarios donde todo cambia rápido. Quien entrena cognitivamente desarrolla mayor creatividad táctica y es capaz de resolver problemas en movimiento.
¿A QUÉ EDAD SE DEBEN INTRODUCIR LOS JUEGOS COGNITIVOS?
Lo maravilloso de este entrenamiento es que funciona para todas las edades.
Niños: fortalecen habilidades que están en pleno desarrollo.
Adolescentes: potencian el periodo de mayor crecimiento cerebral.
Adultos: mejoran toma de decisiones, reacción y concentración.
No existe momento “tarde o temprano”: cualquier edad es perfecta para empezar.
Ejemplos de juegos cognitivos aplicados al deporte
Ejercicios de colores y respuestas motoras (“corre al cono amarillo si escuchas ‘izquierda’”).
Retos de memoria mientras se realiza un movimiento.
Juegos de reacción con tarjetas, luces o sonidos.
Tareas dobles: dominar el balón mientras se resuelve una operación simple.
Juegos de velocidad de atención, como encontrar estímulos entre distractores.
Ejercicios de inhibición: reaccionar solo cuando aparece un estímulo específico.
Estos juegos activan áreas del cerebro que muchas veces en el entrenamiento tradicional no se trabajan, pero que impactan directamente en el rendimiento y en la conducta.
BENEFICIOS PARA LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DEPORTISTAS
- Mayor disciplina y autocontrol
Al trabajar con reglas, límites y respuestas específicas, mejoran su capacidad para pensar antes de actuar.
- Reducción de impulsividad
Especialmente útil para niños con TDAH o dificultades de autorregulación.
- Prevención de frustración
Los juegos enseñan que equivocarse es parte del proceso, fortaleciendo la resistencia emocional.
- Mejor adaptación táctica
Comprenden mejor las instrucciones, anticipan jugadas y se vuelven más inteligentes dentro del campo.
- Menor ansiedad competitiva
El cerebro entrenado responde mejor al estrés del partido.
Cómo pueden los padres potenciar el desarrollo cognitivo desde casa
Aquí es donde ustedes, padres, juegan un rol fundamental. No se trata de presionar más, sino de acompañar mejor el desarrollo deportivo de sus hijos.
- Hagan juegos rápidos en casa
5–10 minutos son suficientes.
Puede ser memoria, secuencias, juegos de reacción o adivinanzas bajo presión.
- Eviten la sobreprotección
No les resuelvan todo.
Dejen que piensen, se equivoquen, se desesperen un poco y aprendan a regularse.
- Motiven la toma de decisiones
EN LUGAR DE DECIRLES QUÉ HACER, PREGÚNTALE:
¿Cómo lo resolverías?, ¿Qué opción crees que era mejor en esa jugada?
- Reduzcan la presión emocional.
Un cerebro estresado rinde menos.
Un niño con miedo a fallar deja de aprender.
- Introduzcan retos moderados.
Ni demasiado fáciles, para no aburrirse, ni demasiado difíciles, para no frustrarse.
- Jueguen junto a ellos
No como supervisores, sino como compañeros. Eso fortalece vínculo, confianza y aprendizaje.
- Refuercen el proceso, no el resultado
El verdadero crecimiento ocurre en el esfuerzo, la constancia y la capacidad de levantarse después de equivocarse.
REFLEXIÓN FINAL
El futuro del deporte no solo se entrena con el cuerpo, también con la mente
Estamos en una era donde los mejores deportistas ya no destacan solo por su talento físico.
Destacan porque piensan más rápido, deciden mejor y gestionan sus emociones con inteligencia.
Si queremos niños, adolescentes y jóvenes que disfruten del deporte, que sueñen con llegar lejos y que crezcan emocionalmente fuertes, debemos entender que el cerebro es su principal herramienta de juego.
Y como padres, entrenadores y formadores, nuestra responsabilidad es simple pero profunda:
Crear ambientes donde el cuerpo se entrene… pero donde la mente también se expanda.
Porque después de los 90 minutos, lo que queda no es el resultado del marcador, sino la capacidad del niño o adolescente para pensar, sentir y decidir mejor en la vida.
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