Sara Valenzuela / La Voz de Durango. En los últimos meses, la ciudadanía ha resentido fuertemente el aumento en el precio de la carne, un alimento básico en la mesa mexicana. Este encarecimiento ha obligado a muchas familias a reducir su consumo o comprar por cantidad de dinero y no por peso, como solía hacerse.
De acuerdo con Adriana Miranda, vicepresidenta de Mujeres Empresarias de la Cámara Nacional del Comercio (CANACO), la carne de res ha tenido un incremento de entre un 20% y 30% en lo que va del año, pasando de un promedio de $190 a $250 pesos por kilo, mientras que la carne de cerdo también ha registrado un alza de hasta un 18%, especialmente a partir de octubre, debido a la demanda de temporada.
Miranda señala que el precio del pollo se ha mantenido relativamente estable en comparación, lo que ha llevado a algunos consumidores a preferir esta proteína por encima de la carne roja.
Además del encarecimiento, comentó que se ha observado una disminución en las ventas de carne de hasta un 40%, especialmente durante septiembre, mes en el que muchas familias enfrentaron gastos escolares y regresos de vacaciones.
Ante este panorama, comerciantes locales hacen un llamado a la comunidad para apoyar el consumo en negocios locales y contribuir a la economía regional.
