Por: José Adrián Ayala Simental.
Hola, nos encontramos de nuevo compartiéndote otro interesante tema, que a ti como padre de familia te permitan apoyar el desarrollo deportivo de tu o tus hijos de acuerdo a la experiencia y desde el lado de mi especialidad, soy José Adrián Ayala Simental, me desempeño como psicólogo deportivo. La otra mitad del entrenamiento.
LA SALUD EMOCIONAL EN EL FÚTBOL FORMATIVO
Formador, dime algo con sinceridad:
¿De qué sirve tener al jugador más rápido, más fuerte y más técnico… si por dentro está roto?
En el fútbol formativo, todos hablamos de técnica, táctica y físico… pero muy pocos hablan de la mente y del corazón de los jugadores.
Y esa omisión nos está costando talentos, sueños y, en algunos casos, la salud de los jóvenes que confiaron en nosotros para guiarlos.
Un chico puede aprender a patear con potencia, a correr más rápido, a leer el juego… pero si no aprende a manejar la frustración, la presión, el miedo a fallar o la ansiedad de no ser titular, tarde o temprano algo se rompe.
No siempre se rompe la pierna… a veces se rompe el ánimo, la motivación o la confianza.
La salud emocional no es un lujo. Es la base invisible que sostiene el rendimiento, la disciplina y la pasión por el juego.
Cuando un jugador aprende a reconocer y regular sus emociones:
Su nivel de concentración mejora.
La frustración se convierte en aprendizaje, no en abandono.
La presión se transforma en motivación.
La crítica se usa como herramienta, no como herida.
Pero cuando no cuidamos esa parte… las consecuencias van más allá del fútbol:
Talentos que abandonan el deporte prematuramente.
Jóvenes que crecen sin herramientas para enfrentar los retos de la vida.
Adultos inseguros, ansiosos, dependientes de la validación externa.
Personas que arrastran la idea equivocada de que su valor depende de su rendimiento.
4 acciones clave para fortalecer la salud emocional en la formación deportiva:
Normalizar el error: enseñar que equivocarse es parte del aprendizaje y no un motivo de humillación.
Abrir espacios de diálogo: permitir que los jóvenes expresen cómo se sienten antes y después de los partidos.
Enfocar la crítica en la conducta, no en la persona: corregir lo que se hace, no cuestionar quién es el jugador.
Involucrar a los padres en el proceso emocional: alinear el mensaje y evitar presiones contradictorias en casa.
Como formadores, tenemos una responsabilidad que va más allá del marcador del domingo: formar personas completas, no solo jugadores efectivos.
Esto implica integrar en los entrenamientos el trabajo emocional, no como una actividad opcional, sino como un pilar del proceso formativo.
No se trata de “suavizar” el deporte ni de eliminar la exigencia.
Se trata de enseñarles a los jóvenes a ser mentalmente fuertes y emocionalmente sanos, para que puedan sostener la presión de este camino y disfrutarlo.
Formador, si solo entrenas el cuerpo y la técnica, estás dejando incompleto a tu jugador.
Si quieres que rinda hoy y que también esté bien mañana, cuida su mente, cuida su corazón.
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Por esta ocasión busque presentarme y la siguiente edición comenzará a compartir diversos temas como los que publico en @Adrian Ayala Psicólogo Terapia Cognitivo Conductual en Facebook, @adrian_psicologo en Instagram y también @ayala022 en TikTok.
Estoy aquí para colaborar contigo en este objetivo.
Mi trabajo es fortalecer la parte emocional de tus jugadores para que lleguen más lejos, más fuertes… y sobre todo, más felices.
Porque en el fútbol formativo, el marcador final no es el que está en la pizarra:
es el que queda en la vida de los jóvenes que confiaron en nosotros.

