Por: Alejandra Solís
De vez en cuando, querido lector, a los profesionales de la salud nos hacen preguntas que son como un acertijo. Como fisioterapeuta, me han llegado a preguntar si el crossfit es malo, o si correr es malo, por ejemplo…
¿CORRER ES MALO?
Naturalmente, la respuesta siempre es: Depende.
Claro, todos queremos saber qué es lo que debemos hacer y qué debemos de evitar para mantener nuestra salud, pero no podemos generalizar al grado de calificarlo todo como “bueno” o “malo”.
Hay una pieza clave para mirar esta cuestión con ojos de fisioterapeuta. Y es que no existe un único estado de salud ideal universal, sino que depende de cada paciente. Desde el criterio fisioterapéutico, esto significa las preferencias de actividad que tenga la persona.
¿A QUÉ ME REFIERO?
Pues que para un atleta que practica el levantamiento de pesas, su estado de salud ideal será aquel que le permita levantar pesas. A pesar de que esta disciplina pueda estar asociada con ciertas lesiones, un fisioterapeuta no aconsejaría al halterófilo promedio que abandone su deporte porque “es malo para las rodillas”.
Si una persona disfruta una actividad física, y se ha lesionado al practicarla, el papel del fisioterapeuta consiste en facilitar la recuperación y reparación del cuerpo, así como educar para prevenir, pero jamás en villanizar un tipo de movimiento o deporte.
¿El cross fit presenta una incidencia de lesiones más alta que otras actividades comparables?
Muchos estudios apuntan a que sí. ¿Los maratonistas sufren un desgaste físico importante y lesiones durante sus competencias? Ciertamente. ¿Practicar un deporte de impacto es un factor de riesgo para sufrir lesiones musculoesqueléticas? Innegable. Entonces, ¿deberíamos abandonar los deportes y quedarnos sentados en casa para estar más seguros? ¡Por supuesto que no!
En muchas ocasiones he visto cómo un atleta (especialmente cuando son menores de edad) se avergüenza por haberse lesionado al practicar su deporte. Cómo si lesionarse fuera el castigo merecido por la negligencia de participar en una actividad riesgosa.
En realidad, una actividad física que se realiza con gusto y con regularidad es una de las medicinas más potentes que tenemos, y es por esa razón que los fisioterapeutas siempre buscaremos preservarla lo más posible en la rutina del paciente.
Los beneficios de practicar un deporte (incluso si es de contacto o de alto impacto) son muchísimos y no se limitan a los fisiológicos. Practicar un deporte que disfrutamos nos llena de satisfacción, nos divierte y nos despeja la mente.
Después de todo, ningún deporte es malo. Siempre depende.
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