Sara Valenzuela/ La Voz de Durango. Con una profunda devoción y esperanza, decenas de familias duranguenses acudieron desde temprano a la Catedral Basílica Menor para ser parte de la llegada de las reliquias de San Judas Tadeo, el patrono de las causas imposibles. Este significativo evento se convirtió en un acto de fe y cercanía con el apóstol que, a través de su intercesión, ha sido fuente de consuelo para miles.
La reliquia, que data del siglo I, es un fragmento directo del cuerpo de San Judas Tadeo, quien acompañó a Jesús y dio testimonio de su vida. Fue martirizado en Babilonia, y sus restos fueron trasladados a Roma. De ahí, se conserva una de sus reliquias de primer grado, que es la que ahora veneran los duranguenses. Este vestigio no solo representa un pedazo de historia, sino una conexión con lo divino, un recordatorio tangible de la fe que trasciende en el tiempo.
En un emotivo mensaje a los feligreses, el Presbítero Noé Soto Valdez destacó la importancia de este momento ya que esta reliquia ha iniciado un recorrido por México, y en la llegada a nuestro estado, se extendió a otros lugares de la ciudad como el Cereso, en donde los internos también tuvieron la oportunidad de acercarse y participar en una Eucaristía.
“Va a estar tres días, así que la gente tiene la posibilidad de dividirse, ahorita en la catedral estamos esperando un lleno para la recepción, estarán aquí durante toda la mañana y se van a trasladar al Cereso, la población de allí es bastante amplia y la gente venera mucho a San Judas, mañana seguiremos aquí en catedral para que la gente pueda venir, va a haber una Eucaristía, pidiendo especialmente por las causas imposibles, pero también para que las personas puedan venir un ratito de oración y se pueden retirar con tranquilidad”(…)”La reliquia viene especialmente a México por la devoción que se le tiene a San Judas Tadeo, pero ha ido recorriendo las diferentes diócesis”, comentó.
Cabe mencionar que este evento tiene un valor aún más grande, ya que durante el trayecto por el país ha llevado consigo la esperanza de miles de devotos. Después de su paso por Durango, la reliquia continuará su peregrinaje hacia Querétaro, promoviendo la fe y la devoción en cada lugar que visita.
