Sara Valenzuela/La Voz de Durango. Este domingo, fieles católicos se congregaron en distintas parroquias y templos para conmemorar el Domingo de Ramos, una de las celebraciones más significativas dentro de la Semana Santa que marca la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Desde tempranas horas, las iglesias comenzaron a llenarse de personas que portaban ramos de palma, olivo o laurel, los cuales fueron bendecidos por los sacerdotes durante las misas. Esta tradición también simboliza la esperanza, la paz y la renovación espiritual.
Uno de los aspectos más curiosos de esta tradición es que los ramos bendecidos no se desechan, muchos fieles los conservan durante todo el año en sus hogares, colocándolos detrás de las puertas como símbolo de protección. Al año siguiente, estos mismos ramos se queman para obtener las cenizas que se usarán en el miércoles de ceniza, marcando el inicio de la Cuaresma.
Cabe mencionar que esta celebración tiene raíces muy antiguas, comenzó desde el siglo IV en Jerusalén y con el paso del tiempo se extendió a todo el mundo cristiano, adaptándose a las expresiones culturales y sociales de cada región. En algunas parroquias de Durango se llevaron a cabo pequeñas procesiones o representaciones vivientes de la entrada de Jesús al pueblo de Jerusalén.
Por último, las autoridades eclesiásticas aprovecharon para invitar a la comunidad a vivir esta Semana Santa con reflexión y solidaridad, recordando los valores de amor, perdón y entrega que caracterizan estos días.
El Domingo de Ramos da inicio oficialmente a la Semana Santa, que continuará con el jueves y viernes santo, sábado de gloria y culminará con el domingo de resurrección.
