- ¿Como llevar a las personas que buscan activarse tras ser sedentarias?
- Trabajo de fuerza, motivación y constancia para el éxito de la persona.
Genaro Gabriel Ascencio Ortega
La Voz de Durango
LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO DE FUERZA EN PERSONAS QUE INICIAN ACTIVIDAD FÍSICA TRAS EL SEDENTARISMO
Como cada lunes a través de Radio Universidad en punto de las 9:30 horas, se transmite el programa En Movimiento, en el cual Roxana Cano Vara y Manuel Efraín González Mercado, comparten diferentes temas enfocados a la educación física. En la actualidad, cada vez más personas se están dando cuenta de la necesidad de combatir el sedentarismo y mejorar su salud mediante la actividad física. Sin embargo, uno de los aspectos más subestimados en este proceso es el trabajo de fuerza, especialmente en quienes comienzan a ejercitarse tras un largo periodo de inactividad. Incorporar entrenamiento de fuerza en las rutinas no solo es beneficioso, sino esencial para garantizar un progreso saludable y sostenido.
BENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO DE FUERZA
El trabajo de fuerza no es solo para quienes buscan desarrollar músculos voluminosos. Para quienes vienen de un estilo de vida sedentario, este tipo de entrenamiento ofrece múltiples beneficios:
1.- Mejora de la salud metabólica:
El trabajo de fuerza aumenta la masa muscular, lo que a su vez eleva el metabolismo basal, ayudando a quemar más calorías en reposo. Esto es crucial para las personas que buscan perder peso o mejorar su composición corporal tras años de inactividad.
2.- Fortalecimiento del sistema musculoesquelético:
Después de largos periodos de sedentarismo, los músculos y articulaciones tienden a debilitarse. El entrenamiento de fuerza ayuda a recuperar la densidad ósea, mejorar la postura y reducir el riesgo de lesiones, proporcionando una base sólida para otras actividades físicas.
3.- Mejora de la funcionalidad diaria:
El sedentarismo tiende a disminuir la capacidad funcional del cuerpo. Al mejorar la fuerza muscular, las tareas diarias como levantar objetos, subir escaleras o simplemente caminar se vuelven más fáciles y seguras.
4.- Prevención de enfermedades crónicas:
Diversos estudios han demostrado que el entrenamiento de fuerza ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre, mejora la presión arterial y contribuye a la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la hipertensión, problemas comunes en personas con un historial de vida sedentaria.
INICIARSE DE MANERA SEGURA
Para quienes comienzan a entrenar después de haber llevado una vida sedentaria, es importante abordar el trabajo de fuerza de manera progresiva y con una adecuada supervisión. Aquí algunos puntos clave:
Comenzar con ejercicios básicos:
Sentadillas, flexiones, ejercicios con bandas elásticas o pesas ligeras son opciones recomendadas. Es fundamental aprender la técnica correcta para evitar lesiones.
Aumentar la intensidad gradualmente:
No es necesario levantar grandes pesos desde el inicio. Incrementar la carga progresivamente es más seguro y efectivo, permitiendo que los músculos y articulaciones se adapten.
Incorporar el trabajo de fuerza en una rutina balanceada:
Combinar el entrenamiento de fuerza con ejercicios cardiovasculares y de flexibilidad es la clave para un cuerpo equilibrado y saludable.
MOTIVACIÓN Y CONSTANCIA: CLAVES PARA EL ÉXITO
El sedentarismo puede generar cierta resistencia mental y física al ejercicio, pero superar esta barrera inicial es fundamental. Las primeras semanas pueden parecer desafiantes, pero la constancia es lo que marcará la diferencia. Cada pequeño avance en fuerza y resistencia proporcionará una sensación de logro y bienestar, lo que motivará a continuar.
El trabajo de fuerza es un pilar fundamental para cualquier persona que busque revertir los efectos negativos del sedentarismo. No solo ayuda a mejorar la salud física, sino que también contribuye al bienestar emocional y mental. En un mundo donde el sedentarismo es una realidad para muchos, incorporar entrenamiento de fuerza puede ser el primer paso hacia una vida más activa, saludable y plena.