- Un recuerdo del pasado.
- El espacio es recordado con nostalgia por los duranguenses como un centro bullicioso de actividades comerciales y tradición local.
César Rodríguez / La Voz de Durango
El tianguis La Pulga, ubicado en la avenida 20 de Noviembre de la ciudad capital, es recordado con nostalgia por los duranguenses como un centro bullicioso de actividades comerciales y tradición local. En los años 2000, durante el auge de la tecnología en Durango, este mercado era un lugar emblemático para realizar compras y apoyar a los empresarios locales.
Sin embargo, actualmente, La Pulga ha perdido su brillo y vitalidad. En un recorrido realizado por La Voz de Durango al mediodía, se observó un tianguis desolado sin un solo cliente, la mayoría de sus locales cerrados y los pocos locatarios presentes pasando el tiempo viendo películas o escuchando música. Los intentos de hablar con los miembros de la mesa directiva resultaron infructuosos, ya que no se encontraban disponibles.
En ese tenor, varios empresarios locales coinciden en que los duranguenses han cambiado sus hábitos de consumo, optando por realizar compras en línea o en tiendas comerciales más grandes que ofrecen opciones de pago a plazos sin intereses. Este cambio de comportamiento ha impactado en el movimiento y la actividad del tianguis La Pulga, que ahora experimenta una disminución notable en la afluencia de clientes y ventas.
Aunque el tianguis continúa funcionando, su situación actual refleja una tendencia preocupante: el declive del consumo local y la pérdida de conexión entre los ciudadanos y sus comerciantes tradicionales. El caso del Tianguis La Pulga es un recordatorio de cómo los cambios en los hábitos de consumo pueden afectar profundamente a los mercados locales y su relevancia en la vida de una ciudad.
