– Creo en un FUTURO y lo construyo HOY.
Por Patricia Sierra
Tres de cada 10 viviendas autoconstruidas son propiedad de mujeres, esto quiere decir que cada vez es más complicado y un tanto inalcanzable para las mujeres que puedan obtener un espacio para lograr independencia y autonomía; si bien es cierto pudieran incrementarse estas acciones de casa habitación si se cambiaran las políticas públicas y se modificaran las reglas de operación para quitar candados donde el subsidio federal es únicamente con un uso de suelo y ciertas características del predio, no dejando a un lado las escrituras a nombre de la beneficiaria.
Los mecanismos para que una mujer logre obtener un crédito de vivienda es complicado cuando sobre ella cae el mantenimiento y sostén de los integrantes de la familia.
Datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos por Hogar 2022 (ENIGH) arrojan que el ingreso trimestral promedio de los hogares con jefatura femenina en México fue de 19,081 pesos, mientras que el de los hogares con jefaturas masculinas fue de 29,285 pesos.
Asimismo, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi, 2018) indicó que sólo 35.6% de los financiamientos otorgados por los Organismos Nacionales de Vivienda (Onavis) y 31.6% de subsidios federales se otorgan a mujeres, en contraposición a 60% y 66.8%, respectivamente, para los hombres.
Se mantienen las constantes sobre las desigualdades que enfrentamos las mujeres en todos los aspectos frente a los hombres, sin dejar de lado que siguen incrementándose los niños en condiciones de abandono en las obligaciones de crianza de los padres, donde debieran aportar el gasto de vivienda para los hijos pero con la falta de la procuración de la justicia hacia las infancias es inverosímil pensar que consideren otorgar la aportación para “UN TECHO” de sus propios hijos.
Existen muchas otras opciones para que las mujeres logren tener certeza sobre sus viviendas, ya que como Donación, compraventa u otro contrato que se pudiera celebrar para que una mujer jefa de familia pudiera construir su propio hogar, sonaría risorio para algunos pero los Cuartos de Azotea, una siguiente planta u otra opción arquitectónica que les pudiera resultar viable para construir.
Para esto se exigiría que el propio cabildo se ponga a estudiar y arrastrar el lápiz para modificar los reglamentos de urbanismo, ya que la vivienda vertical sería la opción idónea para mitigar los problemas que se enfrentan tanto las ciudades como la misma población de jefas de familia.
No debemos permanecer indiferentes ante situaciones de SEGURIDAD y RIESGO que se enfrentan las infancias que son criadas por mujeres SOLAS (madres autónomas) por lo que al momento que se pudieran independizar estas familias monoparentales pueden mitigar los niveles de riesgo sobre ataques sexuales a las infancias, robos, extorsiones y todo lo que implica en hacinamiento (esto quiere decir que en una sola habitación se sobrepasa el cupo o espacio para albergar a una persona de manera idónea según el metro cuadrado). Este problema de hacinamiento también es un serio problema de salud tanto física como mental.
Todos aquellos que tienen interés sobre el URBANISMO, SEGURIDAD, EQUIDAD DE GÉNERO y GOBERNANZA, sabrán de la importancia de trabajar con una visión más empática.
