Por Omar García Rosales
Las arcades de los años 90’s serían el paraíso para los juegos de pelea, aunque en un mundo saturado de muchos títulos, The King of Fighters ‘97 alzaba la mano y dejaba en claro que era una saga para ser tomada muy en serio.
Desarrollado por SNK, su historia se centra en la saga de Orochi comenzada desde la entrega de 1995, ya que al final del anterior torneo la muerte de cientos de personas, dejaban en claro que un gran peligro se acercaba a nuestro mundo. Sabiendo del peligro que se acercaba, Chizuru la descendiente del clan Yata, decidió realizar un nuevo torneo con la esperanza de detener la resurrección de Orochi. Muchos peleadores se sumaron al torneo, destacando la llegada de un nuevo equipo conformado por Yashiro, Shermie y Chris, además de que la participación de Kyo y Iori eran de vital importancia para evitar el despertar de Orochi.
El gran problema es que algunos peleadores al ser descendientes de Orochi sufren el “Disturbio de la Sangre”, los cuales experimentan un estado de locura y violencia extrema hacia todo el ser vivo que les rodee, complicando más las cosas para sus compañeros de equipo. En el enfrentamiento final Shermie y Yashiro se quitan la vida para brindarle su energía a Chris con el objetivo de que Orochi pueda renacer, el cual despierta frente a los ojos de Chizuru, Iori y Kyo listo para destruir a la humanidad.
El título se convirtió en uno de los grandes favoritos en las arcades, y al día de hoy es considerado por muchos jugadores como el mejor título de la saga en cuanto a la historia e innovación que brindo para las siguientes entregas. Algo que hay que destacar es que el juego exprimió al máximo la potencia de las arcades, al contar con escenarios más detallados, movimientos más vistosos y fluidos, que marcarían el rumbo de la saga en el futuro. El plantel de peleadores si bien es extenso, dejo de lado a muchos peleadores que aparecieron en otras entregas para incorporar a nuevos personajes que solo formarían parte oficial en esta entrega, ya que sus siguientes apariciones formarían parte de ediciones especiales ajenas a la historia oficial de la saga.
Mención especial tiene su éxito en toda Latinoamérica, ya que este era el juego estrella en las salas de arcade, ya que no solo contaba con los peleadores que se presentaban en pantalla, sino que se incluían más personajes ocultos, cada uno con diferentes movimientos con respecto a su versión oficial.
The King of Fighters ‘97 no solo concluye una de las sagas más importantes en los videojuegos, sino que sus grandes incorporaciones en la jugabilidad, gráficos, música e historia, lo hacen ganarse con creces el título de “El Rey de los peleadores”, al menos en la segunda mitad de los años 90’s.
