Por: Aarón Quiñones
No se ve por dónde: No se ve por dónde los morenistas en Durango se puedan poner de acuerdo en algo, recientemente fue nombrado Omar Holguín como delegado Nacional de “Ahora es Adán Augusto”, posición estratégica designada para colocar en el gusto de los afiliados a Movimiento Regeneración Nacional al tabasqueño, que según ellos ha crecido mucho en las encuestas para quedarse internamente con la candidatura a la presidencia.
Lo interesante es que el grupo de reconocidos morenistas que asistió no es ni la mitad de los que asisten al Congreso, es decir, que dos o tres diputados locales apoyan abiertamente a López Hernández, incluyendo a la regidora Cynthia Hernández, quien en otras ocasiones se ha pronunciado completamente a su favor.
Días atrás otro grupo de morenistas encabezados por la diputada Marisol Carrillo Quiroga, en representación del senador José Ramón Enríquez se pronunciaron por “El Carnal Marcelo”, es decir Marcelo Ebrard Casaubón, actual canciller de México que está en la pelea interna por encabezar a Morena en las elecciones del 2024. Aquí ya hay polémica por que esta “organización” a favor del originario de la Ciudad de México ya la había comenzado el actual delegado de Relaciones Exteriores, Ignacio Aguado Hernández, quien en algunas elecciones anteriores se había manifestado en contra de la presencia del senador Enríquez y francamente no son amigos y menos socios en esta encomienda.
Luego está la gente de Otniel García Navarro, quien a pesar de que oficialmente no es reconocido como líder estatal de Morena, prácticamente mueve los hilos en su totalidad de ese organismo y en donde también se encuentra Marina Vitela Rodríguez, excandidata a gobernadora que en sus redes sociales colgó propaganda señalando que “#EsClaudia” Claudia Sheinbaum Pardo, actual jefa de gobierno de la Ciudad de México la elegida para ser la candidata de Morena por la presidencia de México.
Entonces en Durango hay tres grupos de morenistas que apoyan abiertamente a tres distintos posibles candidatos, la democracia es así, cada quien escogió su mejor opción y al final triunfará lo que digan las encuestas y López Obrador, lo malo de esta democracia es que quien no resulta favorecido con su elección no se suma al movimiento y termina por dañar más la “estructura” de un partido político cuyo capital más fuerte no va a estar en las boletas.
Prefiero volver a las cavernas antes que me cobren impuestos: Prefiero volver a las cavernas antes que me cobren un impuesto, ese desafortunadamente es el pensamiento de muchas personas que llaman recaudatorio a cada medida que se pretende tomar para educar y mejorar la seguridad y la convivencia social. La gente que carga un garrote en su vehículo a la espera de tener una riña con algún chofer del transporte público opina que cualquier cosa que se llame impuesto o multa está mal, pero eso sí, quiere calles perfectas, alumbrado impecable, policías preparados y todos los servicios gratuitos que los gobiernos puedan darle.
No es para nada extraño encontrarse a estos seres que comúnmente rondan las calles de la ciudad gritando y vociferando improperios con el peatón porque pasa, con el del camión porque pasa, con el carro de al lado porque está ahí, esta gente desinforma y su único interés es que no se vean afectados sus intereses.
Esta clase de ciudadano que quiere que todos cumplan las reglas de convivencia menos él, está diseminado en todos los sectores sociales y económicos de Durango, quiere que el vecino no se estacione en su cochera, pero él sí puede y tiene el derecho divino de estacionarse en amarillo en la Zona Centro y llama recaudatorio a la multa que le impongan por esto.
Ese ser que vive en los corazones de varios duranguenses impide que haya reglas claras de convivencia porque ningún gobierno quiere despertar al cavernario que vive dentro y que va a sacar el garrote cuando le pidan que mueva su auto porque lo estacionó en zona prohibida.
Todas las personas quieren que su ciudad esté limpia y ordenada, eso cuesta, para eso están los impuestos además que algunos están diseñados para proteger a la misma gente, por ejemplo los límites de velocidad, las áreas escolares, los pasos peatonales, los lugares para personas con discapacidad, en donde se sanciona a la gente por no respetarlos, aunque se enojen.
Hay impuestos que se deberían de aplicar como las multas por ruido en domicilios particulares y vehículos, pero de esto ni hablar porque va a venir un cavernícola vestido con ropa de “marca” y una maleta pequeña cruzada en el pecho para decir que está en su derecho divino despertar a la gente a su paso con música de los Temerarios y no permitirle el descanso a las personas que viven al lado de su casa, eso está en la Constitución y nadie puede quitárselo.
La pesadilla de pasar por México: La pesadilla de pasar por México la viven todos extranjeros que por alguna razón decidieron pisar tierra mexicana para cruzar hacia su destino en los Estados Unidos, son asaltados, explotados, asesinados, y hasta quemados vivos como recientemente ocurrió en la estación aduanal de Ciudad Juárez.
México es un país tercermundista que tiene la “fortuna” de ser vecino del gigante económico, sino fuera por eso el país viviría en un retraso peor que en África, la gente aquí lo sabe, pero prefiere mirar hacia otro lado para sentirse menos mal. La delincuencia organizada a quienes se les venera a través de la “caja estupida” son sanguijuelas, flojos, lacras, que dañan la vida de los demás y se han apoderado de todo, hasta de las personas.
Ahora, además de traficar con todas las sustancias ilícitas del mundo los delincuentes mexicanos trafican con otras personas, así de flojos nos volvimos los mexicanos que preferimos poner en riesgo la vida propia y la de los demás antes que levantar el arado y ponernos a trabajar.
La gente que intenta cruzar por México viene de situaciones todavía peores a las que se viven aquí, huyen de la pobreza extrema de regiones donde no hay ni la mitad de recursos que en un desierto mexicano, y aún así los mexicanos los hacemos pasar peores vejaciones para ganar dinero y jugarle al “delincuente”.
Las personas que murieron en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez fueron víctimas de múltiples violaciones a los derechos humanos y a su vida, no tenían porqué estar ahí, ser migrante no es un delito y es completamente contradictorio que defendamos esta posición cuando un mexicano pisa tierra norteamericana, pero cuando otro extranjero pasa por México le damos los trato de terroristas.
Hacerle el trabajo sucio a Estados Unidos para detener la constante migración ilegal le está costando su imagen a México internacionalmente, los gringos nos están convirtiendo en el cadenero de un bar de mala muerte, ese que pide moche para dejarte pasar, ese que si no le das suficiente dinero te golpea y te avienta en un callejón oscuro, ese que si le gustas te droga y te viola, ese que por instrucciones del jefe te mete a un cuarto y te encierra cuando ni siquiera es policía, como lo hizo Migración en Juárez.
