Por Raúl Castañeda
Dice un popular refrán, «es de sabios cambiar de opinión», y esto aplica también en el quehacer político en nuestro estado, y más cuando hay muy pocas oportunidades de sobresalir en otros ámbitos como lo es el empresarial, ganadero, educativo o de investigación.
Con el surgir de nuevos partidos políticos hemos visto como personajes van y vienen de un partido a otro, dejando de lado los principios, pero sobre todo la Lealtad, incluso se han visto regresos a su primer instituto político.
De los primeros casos que recuerdo es Pepe Posadas Sánchez (DEP), cuando salió del MT, organización adherente al PRI, quien emigró a la izquierda al PT quien en los años 80s tenía un importante crecimiento y terminó en el PRD, y llegó a ser presidente del CDE del partido del sol azteca.
De personajes petistas que abandonan al auri-grana, están Juan Salazar y Armando Rodríguez, ambos ya DEP, se unen para formar el extinto Partido Duranguense.
Otro de los que abandonaron su casa para buscar nuevos espacios fue José Rosas dónde abandonó al PRI, y que en su primer intento, perdió la gubernatura con la camiseta del PAN contra Jorge, y seis años después logró el triunfo después de haber sido senador panista.
De políticos que escucharon los cantos de las sirenas morenistas, y emigraron a ese partido ante la creciente popularidad y con la experiencia de los personajes de poder seguir en los cargos de elección popular, una noticia a nivel nacional fue la migración del PRI a Morena fue por parte de Otniel García que siendo diputado federal se unió a Morena, quien aún pertenece a la 4t, quien llegó a ser delegado estatal con funciones de presidente.
En esa misma línea están Gustavo Lugo, quien fue presidente estatal de PRI y en la pasada elección escuchó el canto de Marina y se unió a su causa rumbo a la gubernatura estatal, misma suerte que corrieron los campiranos Oscar García y Roberto Arreola, quienes fueron líderes cenecistas, diputados locales y federales, quienes todo lo que tienen, lo hicieron bajo las siglas del PRI y a quienes les esperan años de vacas flacas.
En esta lista también se incluyen a Iván Gurrola, quien llegó a ser director del Instituto de la Juventud en el sexenio de Ismael, quien después de la elección a gobernador ha salido del escenario político, Martha Olivia quien tiempo atrás fue simpatizante de la CNOP municipal en Tepehuanes.
Marina también cambió de piel y no le ha ido nada mal, ya que después de una meteórica carrera en el PRI, donde ocupó una regiduría en GP, diputada federal y local y presidente municipal.
Otro que regresó al PRI después de un breve paso por Morena fue Ulises Adame, quien incluso fue candidato en elecciones pasadas, y ahora es funcionario estatal en La Laguna.
De Sandra Amaya quien abandonó las filas del PAN donde pertenecía al grupo de Dorador, y fue cobijada por el grupo Nahel y le buscaron acomodo en Morena.
Otros personajes que del PRI fueron a Morena, pero hábilmente regresaron a tiempo al tricolor, y directo a la campaña del hoy Gobernador, uno fue el hombre fuerte del sexenio y del sexenio de Jorge, es Héctor Vela, quien fue coordinador de la campaña triunfadora, en el pasado el ingeniero fue diputado local, secretario de Educación, secretario de Obras Públicas y secretario General de Gobierno, sin duda el hombre de experiencia y que atenderá la gobernabilidad además de dar tiros certeros del actual Gabinete, en contra de personajes del sexenio inmediato anterior.