POR GREGORIO A. MERAZ
LA TIMES EN ESPAÑOL
Leticia James, procuradora de Justicia del estado de Nueva York, presentó los primeros cargos formales contra Trump, sus hijos Donald Jr., Ivanka y Eric, así como contra ejecutivos de su organización (como podrían hacer en un futuro cercano los fiscales de distrito de Manhattan y Westchester, NY), lo que fortaleció el temor de Trump de convertirse en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos, que es consignado criminalmente, al salir de la Casa Blanca.
James acusó a Trump de fraude al estado, mediante un esfuerzo sistemático de inflar a niveles exagerados el valor de sus propiedades con el propósito de obtener ganancias millonarias cuando solicitaba préstamos y minimizarlos al extremo, para evadir el pago de impuestos durante 15 años, en los que inclusive, pidió reembolso de millones de dólares.
De inmediato el senador Lindsey Graham, advirtió que “si fuera Trump fuera consignado, Estados Unidos entraría a una difícil etapa, con violentas manifestaciones en las calles”.
Sin la inmunidad presidencial que frenó docenas de investigaciones en su contra, Trump -apoyado por el 65% de los republicanos- también es investigado por su intento de golpe de estado, incitar a la violencia, promover la sustitución de delegados falsos al Colegio Electoral para que votaran a su favor, amenazar e intimidar a funcionarios electorales estatales como al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, exigiéndole “encontrar votos que requería para ganar” o de obstruir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden en el Congreso, incitando a la violencia y asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021.
Adelantándose a la última audiencia pública del Comité Selecto 01/06 de la Cámara Baja, el miércoles 28 de septiembre, antes de la publicación del reporte final, en la que se trató de mostrar sus conexiones con grupos extremistas, Trump insinuó de nuevo su posible postulación como candidato para un segundo mandato presidencial, minimizando los cargos en su contra, atribuyéndolos a “ataques políticos” de los demócratas que tratan de frenar su campaña.
Igual que hizo en 2016 con la investigación de colusión de su equipo de campaña con Rusia o después, con la denuncia de chantaje al presidente de Ucrania- Trump reitera una y otra vez que todo es parte de una cacería de brujas y la mayor ofensiva contra cualquier presidente en la historia de Estados Unidos.
Desesperado ante la posibilidad de una consignación, Trump sumó a sus ataques la pretensión de ser el “Enviado”, algo así como un mesías y mensajero que encabeza una “lucha contra la adoración satánica de pedófilos y tribunales militares”, abrazando las teorías de conspiración de QAnon.
“No sé mucho de ese movimiento, fuera de que entiendo que yo les gusto mucho, lo que yo aprecio” ha manifestado Trump sobre el grupo, del que ahora usa en su propaganda y actos de campaña, un tema musical denominado “WWG1WGA” (Donde vamos uno, vamos todos), tema que QAnon considera como su himno.
En eventos en Youngstown, Ohio; Wilmington, Carolina del Norte y otras entidades, Trump ha aparecido con un botón y el logotipo de esa organización y ha dicho que ‘los americanos sólo se arrodillan ante Dios”, a lo que los fanáticos seguidores de ese movimiento han respondido levantando sus manos al cielo, lo que llevó a Trump a buscar la forma de unir a esa organización con su movimiento de “Hacer a América grande de nuevo”.
Eso le ha permitido aumentar su número de seguidores y, en consecuencia, tratar de alejarse de la posibilidad de ser llevado ante la justicia para responder por docenas de crímenes de los que se le acusa.
La más reciente encuesta del diario Washington Post y la cadena ABCNews, muestra que en caso de una contienda entre Donald Trump y el presidente Joe Biden, Trump obtendría el 48% de votantes registrados, contra 46% que votarían por Biden.
La encuesta también revela que el 75% de votantes demócratas jóvenes y 56% de demócratas en general prefiere la nominación de otra persona que no sea el presidente Biden.
En cuanto a la renovación de los 435 integrantes de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, los republicanos parecen avanzar, sin que les afecten las controversias de Trump o la prohibición del aborto.
3 de cada 4 votantes demócratas manifiestan que votarán por sus candidatos, para mantener la mayoría en las dos Cámaras del Congreso, igual que 8 de cada 10 republicanos, en porcentajes similares a los que se registraron hace 4 años.
Los temas que más preocupan a los votantes son la inflación y recesión, el aborto, la educación, pero también el futuro de la democracia, que dependerá, primero del resultado de las elecciones, porque en caso de triunfo republicano, podrían obstaculizar el trabajo del presidente Joe Biden y abrir el camino para asegurar la elección de un presidente republicano, que bien podría ser Donald Trump.
Así que, hay que razonar bien el voto, para no lamentar las consecuencias,