Fisioterapia en corto

0
151

Por: María Itzel Guereca Meza

 

¿Cómo les va mis estimados lectores? Nuevamente nos encontramos en este espacio como cada semana. En esta edición les compartiré otro tema de interés, esperando que sea de su agrado y les sirva de mucho.

ISQUIOTIBIALES

Cuando pensamos en fuerza, en movimiento, en flexibilidad, inevitablemente llegaremos a la conclusión de que físicamente tenemos todas estas capacidades porque existen órganos que nos permiten realizar estas y muchas funciones más. En específico estos órganos son nuestros músculos. Los músculos son los responsables de producir cualquier movimiento voluntario o no, que realizamos diariamente. Mediante un mecanismo de relajación y contracción, el músculo nos permite permanecer en equilibrio entre la relajación y la activación física. Dependiendo del lugar donde esté posicionado un músculo, se determina la acción que este realiza, puede ser un músculo que nos ayude a flexionar, a extender, a rotar o a elevar, y los podemos clasificar por la cadena muscular a la que pertenecen.

En particular, en esta ocasión hablaremos sobre los músculos isquiotibiales que son músculos ubicados en la parte posterior de la pierna. Los isquiotibiales son un grupo muscular que está compuesto por tres músculos: el semimembranoso, el semitendinoso y el bíceps femoral. Estos se originan en la zona baja de la pelvis y se insertan mayormente de forma distal en la tibia, hacia la periferia de la articulación de la rodilla. Los isquiotibiales son participes en la extensión de cadera y la flexión de la rodilla, por lo que cada vez que damos un paso, subimos y bajamos escaleras, nos incorporamos de una silla o levantamos algún objeto del suelo, estos músculos se activan o relajan para permitirnos el movimiento deseado.

Cuando se presenta una lesión, principalmente por desgarro muscular, los síntomas más comunes son dolor en la parte posterior del muslo al extender o doblar la pierna, sensibilidad inusual al tacto o presión, hinchazón y aparición de hematomas en el área afectada, acompañada de debilidad en la pierna afectada que dura mucho tiempo después de sufrir la lesión. Posterior a la lesión, es necesario una valoración del daño y posteriormente se plantea un plan de tratamiento. Según el grado del desgarro el fisioterapeuta diseñará el plan de tratamiento adecuado a las características del paciente.

Para dudas, valoraciones o tratamientos, me encuentro a tus ordenes en Hüman Kinetic´s o al teléfono 6181588892.