El historiador José Alonso Martínez Barrios dirigió la conferencia en el Panteón de Oriente.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
Con el objetivo de hacer una denuncia pública y concientizar a la población sobre el cuidado, preservación y la importancia del legado del patrimonio cultural e histórico, el investigador duranguense José Alonso Martínez Barrios llevó a cabo la conferencia magistral «La obra perdida de Benigno Montoya» durante la tarde del pasado viernes 20 de mayo en la puerta principal del Panteón de Oriente.
Con el apoyo del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC), la conferencia se enmarca en el vigésimo aniversario de la fundación del Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, el cual conforma una extensión considerable del gigantesco camposanto duranguense y que en él, se encuentran valiosas obras del insigne escultor y canterista oriundo de Zacatecas.
José Alonso Martínez Barrios dio a conocer que el hurto de arte funerario ha sido una de las preocupaciones que ha mantenido alerta a la coordinación actual del museo. Durante los últimos años éste se ha visto rebasado en cuanto a vigilancia se refiere, ya que no contaba con un catálogo que diese referencia exacta de la nomenclatura y ubicación de las obras de arte, por lo que su desaparición era un delito cotidiano e impune.
A pesar de que se han abierto carpetas de investigación, hasta la fecha no han tenido resultados favorables.
Explicó que de las 28 hectáreas que conforman el museo, se han trabado 56 monumentos y de éstos, 21 han desaparecido sin un ápice de rastro.
Apoyado con fotografías testimoniales tomadas de catálogos prestados y algunas más capturadas durante la reciente administración, el director del museo aseveró que el robo de piezas de arte sacro es una actitud egoísta y reprobable.
“Llevarse las piezas es egoísmo, el hijo o nieto de la persona que se lo llevó o lo compró, no lo va a valorar por desconocimiento propio o ignorancia; ¿de dónde sacó yo a Montoya para que haga uno nuevo?, y si es nuevo, ya no es el mismo porque son elementos únicos esculpidos de acuerdo a la temporalidad de antaño… De verdad, yo espero se les pueda mover el corazón y me los dejen aquí en la entrada, aquí los restauraríamos y les daríamos el trato adecuado para su preservación. Sería algo muy padre”, dijo.
Por otro lado, reveló también que durante los últimos 3 años, el recinto museográfico ha tenido importantes modificaciones como la adecuación de señalización para los visitantes, la ampliación de horarios de recorridos itinerantes, el registro y localización exacta de la obra de Montoya, así como la implementación de cámaras de videovigilancia durante las 24 horas, tal y como se ha constatado de manera formal en la Gaceta Municipal.
Detalló que la tarea de crear un catálogo de bienes culturales ha sido una labor extenuante de investigación que ha consistido en la elaboración de fichas informativas que denotan un diagnóstico del estado de conservación, toma de fotografías desde distintas perspectivas y la creación de una plataforma digital.
Especificó que el robo de obra fúnebre se ha perdido desde muchas décadas atrás porque la obra de Montoya es bella y reconocida no solo en Durango sino en el mundo, por lo que su desaparición prescindiría de un importante valor estilístico.
Finalmente, exhortó al público a ser testigos y conocedores del arte de Montoya visitando el camposanto. Además, hizo una invitación a las futuras administraciones municipales a darle continuidad al proyecto que se ha venido gestando, ya que al no hacerlo, implicaría un retroceso pues se tendría que volver a empezar de cero.