MTF. Alfredo Arévalo
Existe una relación directa entre la estructura de nuestra personalidad y la forma en la que se llevó a cabo el vínculo afectivo con nuestros padres, aunque con la madre se crea desde el momento de la concepción, hay teorías que afirman que este lazo nos programa psíquicamente para afrontar la vida de unas maneras u otras.
Estas teorías afirman que lo que ocurre durante todo el periodo de la gestación, la manera en la que se da el parto y las experiencias vividas hasta más o menos los 6 años, son aspectos determinantes para fijar los patrones de comportamiento que serán desplegados durante toda nuestra vida. Eso sí, obviamente, se seguirán presentando situaciones desde nuestro entorno que influirán en la toma de decisiones y en nuestra forma de comportarnos.
Salud mental
Este es un tema se aborda mucho en procesos de terapia, tanto en hombres como mujeres, debido a que niños, adolescentes o adultos presentan muchas dificultades en sus relaciones consigo mismos, con los padres o sus parejas. Esto se deriva de que las circunstancias que rodean su forma de crianza han sido determinantes para formarles las estructuras necesarias o innecesarias para enfrentar la vida.
Todo está relacionado dentro del sistema familiar, pues si hacemos un breve análisis la primera persona que la madre necesita para lograr estados emocionales positivos durante la gestación es del padre de su hijo. Por lo tanto, la salud del bebé, en el campo emocional, depende en gran medida del acompañamiento del padre, y a esto también hay que agregarle los estados psicológicos que le pertenecen exclusivamente a la madre, debido a que estos también dependen de las circunstancias de su crianza.
Para comprender esto más a fondo pongamos de ejemplo el estrés, si la madre está estresada mientras está embarazada, es mucho más probable que él bebe nazca con problemas de estrés, lo que se puede observar en que es muy llorón, duerme poco, es irritable y propenso a enfermedades porque su sistema inmune está afectado.
Hay muchas razones que pueden estresar a la madre, y la principal ya la mencionamos anteriormente, cuando hablábamos de la importancia del acompañamiento del padre en todo el proceso de embarazo y crianza del bebé. Y esta es solo una de las cosas que pueden afectar, se puede presentar el enojo, el miedo, la tristeza, la inseguridad, y al final todo esto se verá en la manera de ser del bebé mientras continúa su desarrollo.
¿Hay efectos a largo plazo?
En la mayoría de los casos, pues las consecuencias en los hijos por la falta del vínculo afectivo con la madre durante la primera infancia tienen que ver con conductas de desobediencia, enojo muy frecuente, indisciplina, rabietas, mal rendimiento escolar etc. Cuando estos niños o niñas crecen, desarrollan conductas enmarcadas dentro de temores infundados, baja autoestima, tendencia a delinquir o a drogarse, y tienen una tendencia a desarrollar y a mantener relaciones de pareja muy tóxicas, debido a que inconscientemente le guardan mucho resentimiento a la madre y también al padre.
Como menciono en otros artículos, no hay una verdad absoluta, todo depende de las herramientas personales, pero desde la experiencia en el abordaje en terapia, cuando se indaga sobre los problemas que se generan dentro de la convivencia humana, por lo general, estos tienen que ver con relaciones de pareja disfuncionales, donde a él o ella se les hace muy difícil crear situaciones que hagan feliz a su pareja.
¿Qué hacer?
Hay una frase que se repite constantemente “para poder crear felicidad hacia afuera, primero hay que hacerlo hacia adentro”. Y como les he mencionado anteriormente es necesario hacer un análisis de nosotros mismos, comenzar a cuestionarnos, pues de esta manera podemos comenzar a hacer conscientes muchas cosas, en este caso los vínculos afectivos no creados sanamente, de no ser así tendremos esta información a cuestas, trataremos de vivir y recrearlas con nuestra pareja y familia, creando así patrones familiares.
“A veces con querer mucho a nuestros hijos y con tomar decisiones no es suficiente. También es necesario querer adecuadamente y tomar las decisiones correctas en los momentos adecuados.”. Care Santos.
Si quieres iniciar un proceso terapéutico personal, de pareja o familiar, puedes contactarme al 618-152-79-65; estaré encantado de atenderte.