Este próximo miércoles 30 de junio verá la luz la serie que expondrá el terror que vivió la comunidad de Allende en Coahuila en 2012.
La Voz de Durango
Netflix trae a su programación del mes de junio, una de las historias enfocada en una investigación periodística que de fondo resalta la masacre e hiperviolencia que ejercieron narcotraficantes en contubernio con las autoridades de la comunidad de Allende en el estado de Coahuila, una de las historias que a pesar del silencio oficial y el terror, se fue desmenuzando poco a poco hasta la creación de esta trama de ficción que se acerca mucho a la realidad de los hechos y que tratará de hacerle justicia a la población que vivió tales sucesos desde el año 2012.
La serie, creada y producida James Schamus, se soporta en un guion escrito a tres manos que se basó en el reportaje ‘Anatomía de una masacre, la historia del asalto mortal a un pueblo mexicano cerca de la frontera con Texas y la operación antidrogas estadounidense que lo desencadenó’, publicado el 12 de junio de 2017 por Ginger Thompson, ganadora del premio Pulitzer.
La historia nos remontará a marzo de 2011 y a la frontera entre México y los Estados Unidos, específicamente al municipio de Allende en Coahuila, donde la impunidad del narco permitió el ataque a la población, masacrando a civiles y “contras”, y desapareciendo por decenas a personas en los hornos crematorios improvisados, y en los que los criminales instalaron en el penal del municipio de Piedras Negras.
Ginger Thompson abrió su pieza periodística con una excepcional síntesis de lo que ocurrió: “Los indicios de que algo innombrable pasó en Allende son contundentes. Cuadras enteras en algunas de las calles más transitadas del pueblo, yacen en ruinas. Mansiones que fueron ostentosas hoy son cascarones desmoronados, con enormes agujeros en las paredes, techos carbonizados, mostradores de mármol agrietados y columnas colapsadas”.
El recuento de daños se suscribió a un escenario de terror al que fueron recreando los reporteros que indicaron, podrían ser un poco más de 300 las personas desaparecidas por el ataque de los ‘Zetas’. Luego llegaron los curiosos y algunos más que gustan de participar de lo macabro, grotesco o siniestro. La periodista acotó que esparcidos entre los escombros quedaron los vestigios de vidas destrozadas: zapatos, invitaciones a bodas, medicamentos, televisores, juguetes.
Junto a esta panorámica ella debió buscar los testimonios y los partes informativos, como el de José Juan Morales, coordinador de investigadores de la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas en el Estado de Coahuila, quien refirió que testigos que afirmaron participaron en el crimen dieron una cifra, 50 camionetas que llegaron a Allende con gente vinculada a un cártel.
“Ellos ingresaron a los domicilios, los saquearon y quemaron. Después se llevaron a las personas hacia un rancho, a la salida de Allende. Primero los mataron y luego los metieron a una bodega donde había pastura, los rociaron con diésel y les prendieron fuego. Estuvieron alimentando el fuego horas y horas”.
¿CUÁNDO SE ESTRENA?
En espera del estreno que se realizará el próximo 30 de junio en 190 países, esta historia supera por mucho a los horrores que se pudieron ficcionar para presentarse en la pantalla chica. No obstante ‘Somos’ permitirá colocar reflectores sobre uno de los pasajes más oscuros de la historia contemporánea, no sólo de Coahuila sino de la República mexicana, que se mantiene con una visión centralista al dimensionar con minuciosidad los hechos ocurridos en el sur al mismo tiempo que invisibiliza los ocurridos en el norte del país.
¿DE QUÉ TRATA?
Con la participación estelar de los actores Mercedes Hernández, Jesús Sida y Jera Medina, el drama televisivo se centrará en la vida de los habitantes de un pueblo ganadero que entonces apenas alcanzaba los 23 mil habitantes. Cabe mencionar que al publicarse el elenco se supo que el artista lagunero Salvador Montenegro Chibli participó en la historia, por lo cual no se descarta que otros actores que le acompañan en sus proyectos locales se encuentren en esta historia como extras.
La serie de televisión refiere que la vida de los habitantes de Allende queda a merced de un poderoso cartel y la tragedia no tarda en llegar. Se trata de un drama inspirado en hechos reales no contados antes. Esto llamó poderosamente la atención en el plano cultural y fue así como Netflix y el Museo de Memoria y Tolerancia, invitaron el pasado 22 de junio a la gala virtual de la inauguración de la exhibición ‘Somos’ en formato de exposición, presentando la música original de Víctor Hernández Stumpfhauser.
GRAN EXPECTACIÓN
‘Somos’ ha generado una gran expectación, pues es en suma la primera narrativa televisiva que aborda estos hechos desde la perspectiva de las víctimas de la masacre, que se perpetra en una comunidad rural al norte del país, situación que raramente se muestra en los contenidos televisivos mexicanos.
James Schamur escribió el guión junto a Monika Revilla y Fernanda Melchor, mismo que revela las trágicas consecuencias que tuvo la presencia del narcotráfico en Allende. Se define como una obra coral con múltiples protagonistas, cada personaje como el centro de su propio universo sin saber que vivirán horas decisivas para sobrevivir o morir en el intento.
OPERATIVO DE EU DA ORIGEN A LA MASACRE
Sin caer en el spoiler de la serie que se estrenará en pocos días, ‘Anatomía de una masacre’ se vuelve un documento de indispensable lectura y revisión para entender el hecho histórico. En él, la periodista refiere que la destrucción y las desapariciones se sucedieron erráticamente por semanas. Sólo unos pocos familiares de las víctimas, en su mayoría los que no vivían en Allende o habían huido, se atrevieron a buscar ayuda, sabiendo que el municipio había quedado como una zona de guerra.
También revela que un operativo de la DEA dio origen a la masacre pero la agencia nunca investigó qué salió mal.
“A diferencia de la mayoría de los lugares en México destrozados por la guerra contra las drogas, lo que pasó en Allende no se originó en México. Comenzó en Estados Unidos, cuando la Administración para el Control de Drogas (DEA) logró un triunfo inesperado. Un agente persuadió a un importante miembro de los Zetas para que le entregara los números de identificación rastreables de los teléfonos celulares que pertenecían a dos de los capos más buscados del cartel, Miguel Ángel Treviño y su hermano Omar”, se estableció en el reportaje.
Entonces, apuntó Ginger Thompson, la DEA se la jugó. “Compartió la información con una unidad de la policía mexicana que, por mucho tiempo, ha tenido problemas con filtraciones de información, aunque sus miembros habían sido entrenados y aprobados por la DEA. Casi de inmediato, los Treviño se enteraron de que habían sido traicionados. Los hermanos planearon vengarse de los presuntos delatores, de sus familias y de cualquiera que tuviera un vínculo remoto con ellos”.
“La atrocidad en Allende fue particularmente sorprendente, porque los Treviño no solo habían basado algunas de sus operaciones en las cercanías, con movimientos de decenas de millones de dólares en drogas y armas por la zona cada mes, sino que también habían hecho del pueblo su casa”, consigna el reportaje.
El silencio producto del terror implantado por las acciones del narcotráfico fue el refugio de los cómplices del crimen y aunque se capturó a los Treviño, la justicia en Coahuila quedó como una asignatura pendiente en el caso Allende.
