Por Omar García Rosales
Al hablar de una película, es de lo más común recordar a su director, actores, historia e incluso su banda sonora. Pero en 1981, la cinta Furia de Titanes nos sumergió en una aventura fantástica llena de mitología, en donde el gran protagonista fue el uso de la técnica del stop motion.
Dirigida por Desmond Davis y estrenada en junio de 1981, la cinta Clash of the Titans (Furia de Titanes) nos transporta a una época en donde los dioses son venerados y temidos por la humanidad. Aquí conocemos al rey de Argos, quien temeroso de una profecía en la que el muere si su hija Dánae tiene un hijo, la expulsa del reino en un cofre de madera, dejando que el mar le de fin a ella y a su hijo Perseo. Zeus, destruye Argos cumpliendo así la profecía, mientras que Dánae y su hijo llegan seguros a una isla donde comienzan una nueva vida.
Tiempo después el hijo de la diosa Tetis, Cálibo, se encuentra listo para casarse con la princesa Andrómeda, pero la actitud violenta de este, obligan a Zeus a castigarlo luego de haber dado caza y matado a cientos de animales inocentes. Ahora convertido en una criatura deforme, Cálibo es desterrado del reino a vivir en los pantanos, causando que Tetis lance una maldición sobre Andrómeda, la cual un joven Perseo logra deshacer, obligando a la diosa a exigir el sacrificio de la princesa a cambio de la destrucción de la ciudad a manos del Kraken. Esto obliga a Perseo a combatir contra escorpiones gigantes, perros de dos cabezas y el propio Cálibo, para ir en la búsqueda de Medusa, la única que puede detener al indestructible Kraken.
La cinta se convirtió en un éxito discreto de taquilla, logrando traer de vuelta las historias de aventura, fantasía y criaturas mitológicas a la pantalla grande. Su gran atractivo de la cinta es sin lugar a dudas el empleo de la técnica stop motion para dar vida a sus diferentes criaturas cortesía de Ray Harryhausen, alumno del gran Willis O’Brien (King Kong 1933). Esta técnica tendría su momento más alto en los años 60’s y para la década de los años 80’s se encontraba de salida en la industria debido a los avances en los efectos especiales.
Una de las grandes críticas hacia la cinta fue la reinvención de la mitología para las diferentes criaturas y artilugios que nuestro héroe emplea en su aventura. Entre sus grandes cambios se encuentra el Kraken, el cual pertenece a la mitología nórdica y que Pegaso no fue creado por Zeus, sino que nace de la sangre de Medusa por mencionar algunos.
A cuarenta años de su estreno en cine, Clash of the Titans es una película que no se destaca por las grandes actuaciones de su elenco, sino por sus grandes escenas de acción creadas en stop motion. Una cinta que es un gran recuerdo de esta técnica de animación, hoy casi extinta en nuestros días.
