Recibe monseñor Faustino, Palio Arzobispal

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  • La responsabilidad que asume este día Armendáriz Jiménez, es guardar la comunión con el Papa y hacer crecer y fomentar la comunión con los obispos de su provincia: Franco Coppola.
  • “Tú que no por mis méritos sino por la generosidad de tu gracia quisiste ponerme al frente de esta familia tuya, concédeme señor desempeñar un ministerio digno de ti y guiar con tu auxilio a la comunidad que me has confiado”.
  • “Esta emergencia sanitaria nos ha vuelto más humanos, hemos experimentado dolor, tristeza y muchos hemos padecido la pérdida de seres queridos, nos ha hecho más conscientes que Dios es el verdadero Señor de la vida y de la historia”.

Rebeca Aguirre / La Voz de Durango

Este lunes al mediodía, el vocero de la Arquidiócesis de Durango, el presbítero Noé Soto Valdez, dio la bienvenida a la celebración de imposición del Palio al arzobispo, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, a lo que dio a conocer que este es un ornamento litúrgico que se coloca sobre los hombros del Sumo Pontífice y de los arzobispos como símbolo del pastoreo y recordatorio de que deben cargar con las ovejas como el buen pastor.

El palio se confecciona con lana virgen procedente de corderitos blancos que se crían en el convento de Santa Úrsula, estos corderos son bendecidos por el papa en la fiesta de Santa Inés cada 21 de enero, agregó.

Explicó que el 29 de junio de este año los nuevos arzobispos metropolitanos estarían presentes en Roma y celebrarían con el papa Francisco para participar en el rito de bendición de los palios, al no ser posible por consecuencia de la pandemia el Santo Padre los envió a cada uno de los nuevos arzobispos metropolitanos para que el nuncio apostólico se los impusiera de manera particular, pero de una manera más sencilla, más austera.

Por tal motivo, el nuncio apostólico, monseñor Franco Coppola, tuvo a bien venir este día a esta Arquidiócesis de Durango para imponer el Palio Arzobispal a monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, indicó Soto Valdez.

¿QUIÉN ES FAUSTINO ARMENDÁRIZ?

Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez nació en Magdalena de Kino, Sonora, el 23 de julio de 1955. Realizó sus estudios en en el Seminario Menor y en el Seminario Mayor de Hermosillo y de Guadalajara; se ordenó sacerdote el 11 de septiembre de 1982 en Magdalena de Kino.

Estudió además la licenciaciatura en Sagradas Escrituras, por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, Italia; un diplomado en Ciencias Bíblico Orientales, en el Studium Biblicum Franciscanum, en Jerusalén, Israel.

MINISTERIO SACERDOTAL

Armendáriz Jiménez ha desempeñado cargos en su propia arquidiócesis como vicario párroco; ha sido rector y maestro del Seminario Menor.

Maestro y Formador en el Seminario Mayor de Hermosillo, además de numerosos cargos como obispo en parte de la CEM, el papa lo nombró obispo de la Diócesis de Matamoros y recibió la ordenación episcopal en esa ciudad el 23 de febrero de 2005; el 20 de abril de 2011 el santo padre Benedicto XVI lo nombró obispo de Querétaro tomando posesión el 16 de junio de 2011; ha sido nombrado Arzobispo de Durango por el papa Francisco y tomó posesión el 21 de noviembre de 2019 y este día recibe el Palio Arzobispal como arzobispo metropolitano de esta Arquidiócesis local.

CELEBRACIÓN DE LA IMPOSICIÓN DEL PALIO

En una celebración especial en la catedral Basílica Menor, el arzobispo de Durango, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, recibió del nuncio apostólico, monseñor Franco Coppola, la imposición del Palio Arzobispal, símbolo de unidad entre los arzobispos y el Obispo de Roma para trabajar juntos como instrumentos de comunión y hermandad en la Iglesia.

El Señor Arzobispo realizó la profesión de fe y su juramento de fidelidad. “Yo, Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo de la Arquidiócesis de Durango y Metropolitano de esta provincia eclesiástica de Durango, creo con fe firme y profeso todas y cada una de las cosas contenidas en el símbolo de la fe a saber, creo en un solo Dios Padre Todo Poderoso… y la vida del  mundo futuro, amén”.

“…acepto y retengo firmemente asimismo todas y cada una de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres propuestas por la Iglesia de modo definitivo, me adhiero además con religioso obsequio de voluntad y entendimiento a las doctrinas enunciadas por el romano pontífice o por el colegio de los obispos…”.

Armendáriz Jiménez, al recibir el Palio Arzobispal, juró que siempre será fiel a la Iglesia católica y al romano pontífice, su supremo pastor, vicario de Jesucristo y sucesor en el primado bienaventurado apóstol Pedro y cabeza del Colegio de los Obispos; con plena libertad aseguró acatar la suprema autoridad de la Iglesia, llevar a cabo sus mandatos y defender con diligencia su autoridad.

Prometió también velar por la unidad de la Iglesia universal y asimismo con verdadero empeño ocuparse de que se conserve puro e íntegro el depósito de la fe que se ha venido transmitiendo desde los apóstoles, además de enseñar a todos las verdades que se deben creer y con paternal solicitud, abrirse y acercarse a los que yerran en la fe para que vuelvan a la plenitud de la verdad apostólica.

Dijo que se mantendrá siempre vigilante para que no se introduzcan malos usos, especialmente en la predicación de la palabra y en la celebración de los sacramentos, con diligencia pondrá cuidado en la buena administración de los bienes temporales de la Iglesia, de manera especial en aquellos destinados al culto divino.

“En el desempeño del mandato que se me ha encomendado, atenderé a los sacerdotes y diáconos, así como a los religiosos que participan en la misma acción pastoral, cuidaré la promoción de las vocaciones sacerdotales y religiosas para atender a la necesidades espirituales de toda la Iglesia; reconoceré y fomentaré la dignidad propia de los laicos, así como su participación en las acciones de la misión de la Iglesia”, añadió.

Mientras los obispos firmaban como testigos de la profesión de fe y juramento de fidelidad por parte del Señor Arzobispo de Durango, el nuncio apostólico, Franco Coppola explicó que el Palio Arzobispal es un anillo de lana con dos bandas y el sentido de la imposición del palio significa en la persona que lo lleva, su misión de ser punto centro de comunión, centro de comunión con los otros obispos de la provincia, centro de comunión con el Papa, “esta es la responsabilidad que asume este día monseñor Faustino, guardar la comunión con el Papa, supremo pastor de la Iglesia y hacer crecer y fomentar la comunión con los obispos de su provincia”.

IMPOSICIÓN DEL PALIO ARZOBISPAL

Tras recibir la imposición del Palio Arzobispal por parte del nuncio apostólico, Armendáriz Jiménez manifestó, “tú que no por mis méritos sino por la generosidad de tu gracia quisiste ponerme al frente de esta familia tuya, concédeme señor desempeñar un ministerio digno de ti y guiar con tu auxilio a la comunidad que me has confiado, por nuestro Señor Jesucristo… y es Dios por los siglos de los siglos”.

Asimismo, agradeció la presencia del excelentísimo nuncio apostólico, Franco Coppola, además saludó a sus antecesores, monseñor Héctor Martínez, arzobispo emérito de Durango; monseñor Juan de Dios Caballero, obispo emérito auxiliar de Durango; los hermanos obispos de la provincia eclesiástica de Durango, monseñor Jorge Estrada; Martín Barraza Beltrán, obispo de Gómez Palacio; y monseñor Juan María Huerta Muro, de la prelatura de El Salto, sacerdotes, diáconos, seminaristas, a la vida consagrada, a las autoridades civiles y todos los hermanos en el Señor.

“Me llena de gozo el poder celebrar con todos ustedes esta santa misa, en la cual por gracia de Dios me ha sido impuesto el Palio Arzobispal, signo de Cristo buen pastor, representa la oveja que el pastor lleva sobre sus hombros, de tal modo que el palio confirma al arzobispo en la noble tarea de apacentar a las ovejas que son el rebaño del Señor…”.

El palio es también expresión de caridad, porque al recibirlo compromete a la persona a amar y cuidar a la Iglesia con el corazón de Cristo, afianzó.

Monseñor Armendáriz recordó que el 21 de noviembre de 2019 tomó posesión de la Iglesia de Durango, quien vino con el firme propósito de dar continuidad a los trabajos pastorales de sus predecesores, pero sobre todo, deseaba impulsar la nueva evangelización en estas tierras que cumplían 400 años como diócesis, no obstante, aunque los propósitos permanecen y algunos de ellos se han cumplido, el modo de realizarlos fue muy distinto a lo planeado, ya que el 19 de marzo fue declarada la emergencia sanitaria en toda la Arquidiócesis a causa de la pandemia, la cual los colocó en una situación desafiante, los llevó a un grave colapso sanitario que ha acarreado a una crisis económica y social, sin embargo, “nos hemos dado cuenta de nuestra pequeñez y limitaciones, de tal modo que hemos experimentado lo vulnerables que somos”.

“Esta emergencia sanitaria aunque penosa, nos ha vuelto más humanos, más humildes, pues hemos experimentado dolor, tristeza y muchos de nosotros hemos padecido la pérdida de seres queridos, todo esto nos ha hecho más conscientes de que Dios es el verdadero Señor de la vida y de la historia”, afianzó.

También, pidió al Señor que con humildad le permita ser un pastor según su corazón, un pastor que no busque beneficiarse de las ovejas como lo hacen los malos pastores, al contrario, que con generosidad, sepa cumplir la misión de apacentarlas.

Ya para finalizar, Armendáriz Jiménez, reiteró su gratitud a todos por su presencia con la seguridad que seguirán encomendándolo en sus oraciones para llevar a cabo realmente su misión de buen pastor que el Señor pone en sus débiles fuerzas gastando y desgastando su vida por el bien de todos por esta Arquidiócesis de Durango.

Monseñor Faustino bendijo a todos los presentes, así como a las autoridades civiles, al señor gobernador, José Rosas Aispuro Torres; a su esposa Elvira Barrantes; al secretario de Salud, Sergio González Romero; y al alcalde, Jorge Alejandro Salum del Palacio.