¡Adiós jefe!

Por Edgar Gurrola López

Cuando un soldado muere y su lucha ha sido inflexible más por convicción que por órdenes superiores, da la impresión que se perdió, no solo una batalla, sino la guerra misma.

El reloj biológico del periodista Didier Bracho Soto dejó de mover sus manecillas. Su corazón ya no late, no así, la influencia de su vida y obra estarán grabadas en Durango.

Sencillo, alegre, hombre de buenas intenciones, excelente padre de familia, investigador nato, pertinaz en sus objetivos y valiente comunicador social, formó parte de un batallón que defendió siempre los derechos y las garantías constitucionales más sagradas de los duranguenses.

Es costumbre penosa y herencia humana que las personas ignoren méritos y ofendan dignidades de otros ciudadanos.

En el caso de Didier Bracho, varias cualidades y valiosas aportaciones al progreso del estado le han sido desconocidas.

En La Voz de Durango nunca un crimen moral de esa dimensión cruzará tan siquiera por nuestro pensamiento.

Su excelente calidad profesional y humana, su obra y trabajo son y serán sin duda alguna, ejemplo a seguir.

A él se le deben muchas aportaciones y enseñanzas en este periódico y se tiene que reconocer en estricto sentido de justicia, su participación sin reservas en la fundación del periódico El Siglo de Durango.

Fue maestro de muchos soldados y de no pocos que, en el ejercicio y en “la talacha” del diario reportear, forjaron calidad y supremacía llegando a ser, incluso, generales.

Amante de su tierra, sus costumbres y tradiciones, su nobleza nunca cosechó egoísmos ni tampoco sembró envidias. Siempre enseñando.

Casi sentimos su voz, y sus manos sobre la vieja máquina Olivetti, cuando con dureza apretaba una cuartilla y casi la destruía. Luego, con amabilidad decía “venga, mire, esto se hace así”. Como el padre, corrigiendo con ternura a su hijo.

Vivió una época gloriosa, agria y también difícil, pero gratificante y orgullosa en los triunfos periodísticos.

Al lado del director fundador de esta editora, Salvador Nava Rodríguez y el militar y reportero Salvador Vázquez Morales, defendió la lucha por el Cerro del Mercado, condenó la inmisericorde explotación boscosa en el estado, el mísero saqueo de las finanzas de Proformex a cargo de inmorales filibusteros que eran enviados por el gobierno de la república en calidad de funcionarios de primer grado.

De su tintero y de otros no menos valiosos surgió la defensa de esta editora a favor del triunfo de los panistas Rodolfo Elizondo Torres y Joel Rosas Torres, uno como alcalde y el otro como diputado federal.

A su vez, mantuvo vigentes las banderas del reclamo de este periódico por la recuperación de las tierras de indígenas que les fueron despojadas de los límites de Zacatecas. También con amor a su tierra se arriesgó a respaldar las protestas ciudadanas, ante el artero crimen del líder campesino, César Guillermo Meraz Estrada.

Salvador Nava Rodríguez, Salvador Vázquez Morales y Didier Bracho Soto formaron un frente de periodistas para cobijar en Durango a Julio Scherer García, que había sido despojado de la dirección del diario El Excélsior en México, por el presidente Luis Echeverría Álvarez.

Eran momentos históricos, no había tanta sofisticación en los medios de comunicación ni en la transmisión de sus mensajes, la tarea era primitiva, pero eso sí, el destino era inequívoco, buscar la verdad. El periodista de entonces era humilde, modesto, no soberbio ni prepotente.

Pero los tiempos cambian y la comunicación social está hoy convertida en todo, menos en la defensa legítima de los intereses ciudadanos.

Se protegen las aspiraciones de la antipatria, la mezquindad de los políticos, la ambición de los ricos, la insensatez de partidos y pseudopartidos que se prestan a sus militantes y hasta los candidatos como si fueran vil mercancía o simples canicas.

El periodismo valioso, el de provincia, el auténtico, que vive amenazado por el poder público, parece caer en el exterminio.

Hoy, las campanas doblan en la iglesia llevando el nombre de Didier Bracho Soto.

Que descanse en paz Didier y perviva el periodismo legítimo y de provincia.

 

Related Articles

[td_block_social_counter facebook="tagdiv" twitter="tagdivofficial" youtube="tagdiv" style="style8 td-social-boxed td-social-font-icons" tdc_css="eyJhbGwiOnsibWFyZ2luLWJvdHRvbSI6IjM4IiwiZGlzcGxheSI6IiJ9LCJwb3J0cmFpdCI6eyJtYXJnaW4tYm90dG9tIjoiMzAiLCJkaXNwbGF5IjoiIn0sInBvcnRyYWl0X21heF93aWR0aCI6MTAxOCwicG9ydHJhaXRfbWluX3dpZHRoIjo3Njh9" custom_title="Stay Connected" block_template_id="td_block_template_8" f_header_font_family="712" f_header_font_transform="uppercase" f_header_font_weight="500" f_header_font_size="17" border_color="#dd3333"]
- Advertisement -spot_img

Latest Articles

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com