¿Vínculo padres e hijos?

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MTF. Alfredo Arévalo

Dentro de la terapia familiar es común encontrar a personas que han sentido un rechazo por parte del padre o de la madre, de igual manera escucho sobre las máscaras que han puesto los hijos en los padres, o las emociones que les representan y ocultan a la persona que está detrás (puedes leer este artículo para ver más https://lavozdedurango.com.mx/2019/10/20/honrar-a-los-padres/).

El hecho es que muchas veces olvidamos que el amor va más allá de las relaciones de pareja; podemos amar de muchas formas y a muchas personas, eso pasa con nuestros padres; ellos en un principio fueron pareja y se amaban como pareja, luego fueron padres y amaban a sus hijos; en algunas ocasiones esa idea del amor nos limita y causa estragos en los vínculos familiares y de pareja.

Sin duda el amor de los padres y madres con sus hijos e hijas es uno de los más fuertes que existen, pero hay padres que olvidan a sus parejas y desbordan todo su amor a los hijos, o al contrario, padres que no era su momento de tener hijos y los relegan para seguir amando a su pareja. Ambos son ejemplos de vínculos modificados por la idea del amor.

Socialmente tenemos la idea de que el vínculo afectivo que une a los padres e hijos (incluyendo ambos géneros), puede llegar al sacrificio de los grandes por el bienestar de los pequeños, como un acto de amor. Lo vemos en películas, en libros, en muchas cosas, y se deriva de este concepto de amor que hablábamos en artículos anteriores, esa idea de que las cosas van a ser así de una manera mágica y automática.

Sin embargo, el simple hecho de tener descendencia y formar una nueva familia no garantiza que las relaciones se darán bajo este estereotipo entre las dos generaciones, de que sean siempre fuertes, o estables y de calidad.  Los problemas entre padres e hijos son muy frecuentes, y es importante tener en cuenta que esto se debe, en primer lugar a esta idea mágica,  y en segundo lugar, a una mala gestión de las relaciones.

Un toque de realidad nos obliga a pensar que si deseas algo lo debes de formar y dejar de lado el poder mágico del amor, para tener una buena relación con los hijos hay que crear ese vínculo, y uno que no necesite de sacrificio, porque iniciando de ahí la idea está errónea, pues el sacrificio si bien representa amor, también es una pérdida, y no hay que llegar a ese punto para ser buenos padres.

Otro aspecto es que aun cuando nosotros queramos dotar de eternidad a los conflictos, estos tienen un tiempo determinado y no duran para siempre. Por ello en las relaciones de afecto que se establecen entre padres, madres e hijos un pequeño cambio de actitud puede hacer que enfados y conflictos que parecían enquistados empiecen a desaparecer, incluso si lo que hay no es resentimiento sino indiferencia, es posible volver a conectar con los más jóvenes invitándoles a que se vean involucrados en conversaciones significativas y expresiones de afecto.

Contacto físico

Aunque muchas veces lo olvidemos, buena parte de las relaciones se establecen mediante el contacto físico: besos, abrazos, caricias… Por eso es bueno promoverlos en las relaciones paternofiliales, siempre que sean no planificados o forzados y surjan de manera espontánea. Olvidando cuestiones de género, muchas veces por la cultura se cree que entre hombres no se puede dar afecto, limitando así a los varones de la familia a un distanciamiento automático y esto no es verdad, así que olvídenlo y aplíquenlo.

No interrogar

No sé si por las películas o series esto se hace muy común, y en cada familia se desarrolla una técnica diferente de realizarla como (según los padres) una manera de intentar establecer comunicación con sus hijos, planteando una serie de preguntas, las cuales generan en los jóvenes un deseo de irse y las responden de manera escueta o con monosílabos, y todo esto lleva a una rutina de cansancio, enfado y alejamiento.

En su lugar sería mejor un diálogo significativo, es mejor darse cuenta que es complicado hablar con el hijo y de ahí partir para no forzar la situación y hacerlo poco, pero bien, en lugar de agobiarlo con cientos de preguntas buscando “comunicación”.

¿Cómo hacerlo? Hablando con honestidad sobre un tema donde ambos puedan sentir interés por opinar, recuerda que importa más la forma que el contenido, en este caso el darle importancia a lo que él siente o piensa al respecto hara que se fortaleza la relación.

Analizar horarios

En muchas ocasiones los padres tienen una carga de trabajo excesiva para poder ofrecer un bienestar a su familia, no se trata de dejar de trabajar para estar con lo hijos, al igual que en el punto anterior es necesario buscar tiempo de calidad, y perseverar en ello, sin importar el cansancio que en ocasiones puedan tener o el trabajo en casa que deban de realizar. No sirve de nada llevar mucho dinero a casa si no hay con quién compartirlo.

Interesarse

Al igual que se forma una relación de pareja es necesario interesarse en conocer a los hijos, saber qué música les gusta, cuál es su comida favorita, cuál es su deporte o actividad que les gusta practicar, etc., para ello en ocasiones no es necesario entender qué es lo que los atrae hacia cierta actividad, o si van a ganar dinero o no si se dedican a ello en la vida adulta, únicamente hay que mostrar interés en lo que hacen o quieren hacer.

Muchas veces las limitaciones vienen de excusas para no conectar con sus hijos, o el querer estructurarlos de la forma en que ustedes ven el mundo, y con ello transmitimos miedos, rencores, culpas y demás. Por lo que es mejor guiar e interesarse y no imponer un futuro que nosotros no alcanzamos en ellos.

Por ejemplo, si a nuestros hij@s les interesa el montañismo, no es obligatorio que nos interese esa actividad, pero sí deberíamos comprender su interés hacia ella y proporcionar en nuestras posibilidades su desarrollo, así será más fácil empatizar con ellos y conectar con su mundo.

Alejarse de los smartphone

Si bien estos dispositivos han traído un beneficio en cuanto a la comunicación global, han dañado la comunicación personal, es por eso que todo padre o madre que quiera compartir tiempo de calidad con sus hijos, es mejor mantenerse lejos en el momento en que decidan tener un tiempo juntos.

Al final todas estas estrategias para crear o fortalecer los vínculos con los hijos, tendrán que ser reforzados con la actitud, hay que demostrar que nos interesa dando los primeros pasos; si fracasas en los primeros intentos olvida el orgullo u obstinación, porque si te presentas con ellos frente a tus hijos lo más seguro es que fracases, este gesto de acercamiento puede no verse correspondido, pero es importante tener claro el objetivo y seguir adelante.

“Mucho tienen que hacer los padres para compensar el hecho de tener hijos”. Friedrich Nietzsche.

Sobreviviremos al próximo lunes… si cuidamos de nosotros y nuestra familia.

Nuevamente los invito a escribir a mi correo alfredo.adj@gmail.com, en caso de necesitar un apoyo extra.