Por Omar García Rosales
Sin lugar a dudas, Assassin’s Creed fue un título memorable que tomó por sorpresa a todo el mundo, gracias su innovador modo de juego y superiores gráficos. Esto lo convertiría en uno de los mejores juegos de los últimos años, por lo que los desarrolladores buscaron superar su creación con la segunda entrega de la saga.
Desarrollado por Ubisoft y lanzado en 2009 para PS 3 y Xbox 360, en Assassin’s Creed II protagonizamos a Ezio Auditore, descendiente de Altair ibn La-Ahad (Protagonista de la primera entrega) y ascendiente de Desmod Miles, el preso de los templarios quienes gracias a la maquina conocida como Animus, investigan su memoria genética para imponerse a los asesinos en su milenaria guerra. La historia nos sumerge en el año 1476 en Italia, momento en que la familia Auditore es traicionada por sus amigos cercanos, enviándoles a prisión. El joven Ezio es obligado a salvar a su familia portando el traje del gremio de asesinos que su padre usó en el pasado. Aunque lejos de tener éxito en su misión, tiene que escapar de Florencia con su madre y hermana, luego de que su padre y hermanos fueran asesinados a manos de los templarios.
Perseguidos sin piedad por sus enemigos, Ezio es rescatado por su tío Mario, quien decide esconder a su madre y hermana en una pequeña villa, en donde Ezio es entrenado en el uso de armas, diferentes técnicas de sigilo, ataque y defensa. Decidido a cobrar venganza por su padre y hermanos, Ezio va dándole caza a todos aquellos que conspiraron contra su familia, siendo vencido por el líder de la Orden de los Templarios, Rodrigo Borgia, quien con el pasar de los años se convierte en Papa del Vaticano. A partir de esta derrota, Ezio no solo buscará darle fin a Rodrigo Borgia, sino que en su camino irá descubriendo más acerca de la guerra entre los templarios y los asesinos, así como su papel en este conflicto.
El título permite explorar a voluntad los diferentes lugares de Italia, además de poder interactuar con todos los personajes, quienes desconfiarán de nosotros, llamando la atención de los guardias que nos seguirán muy de cerca hasta averiguar nuestros planes.
A diferencia de la primera entrega, las misiones en este título no siempre son de asesinato, consiguiendo una historia más condicionada por un hilo de acontecimientos históricos, logrando así atar muchos cabos sueltos. Esto da como resultado una historia más densa y ramificada, plagada de misiones, cinemáticas y referencias históricas.
A diez años de su lanzamiento, Assassin’s Creed II es un título que mejoró en todo a su predecesor, encontrando la fórmula de la franquicia al presentar diferentes personajes históricos, acción, intrigas y giros inesperados, dejando en claro que en el credo de los asesinos y los videojuegos, nada es verdad, todo está permitido.
