Por Omar García Rosales
Se dice que del pasado se puede huir de él, o aprender de él, por eso Disney se encuentra decidida a no repetir los mismos errores con otras adaptaciones live-action de sus grandes clásicos animados, para presentarnos de nueva cuenta la historia de El Rey León.
The Lion King (El Rey León) inicia con el nacimiento del sucesor del trono; el león Simba, ante la aceptación de todos los animales del lugar. Los leones quienes se encuentran en lo alto de la cadena alimenticia son liderados por Mufasa un león justo y sabio que vive bajo la premisa de que todos los animales forman parte del ciclo de la naturaleza. Molesto por siempre estar bajo la sombra de su hermano Mufasa; Scar, decide apoderarse del trono empleando a las hienas como sus secuaces para matar a Simba y posteriormente a su hermano. Aunque gracias a la pronta intervención de Mufasa el pequeño león sale con vida de una peligrosa estampida, pero su tío Scar aprovecha el momento para lanzar a su hermano desde lo alto de un risco, culpando a Simba por la muerte de su padre, obligándolo a exiliarse del reino.
En su exilio, Simba se hará de la amistad de Timón y Pumba, quienes bajo el lema de Hakuna Matata, comienzan a vivir una vida despreocupada. Pero su pasado y legado es muy fuerte como para dejarlo ir, por lo que regresa al que una vez su fue su hogar, para recuperar lo que legítimamente le corresponde.
Con una gran animación, una historia que atrapo a millones de espectadores y una gran banda sonora, El Rey Leon rápidamente se convirtió en todo un éxito de taquilla. La película forma parte de la época conocida como el Renacimiento de Disney, un periodo en que el estudio se reinventó a si mismo presentando una nueva generación de cintas animadas que regresaron a la cima a la casa productora. La cinta contó con una gran influencia de la obra Hamlet de William Sheakspeare, en donde también había una muerte tragica, un tío malvado y el gran peso de heredar un gran imperio. A todo esto la producción aun a nuestros días sigue siendo comparada con la obra de Osamu Tezuka: Kimba El León Blanco. Un anime de los años 60’s en donde conocemos al pequeño león blanco Kimba, quien hereda el imperio de la Sabana y sus personajes secundarios tanto en diseño como en motivaciones, guardan mucha semejanza con la obra de Disney.
Curiosamente la cinta no solo modernizo la animación en 2D de Disney en los años 90’s, sino que también causo la caída de esta técnica, para darle paso a la animación digital, ya que a partir de este punto las producciones de la compañía se enfocaron en proyectos digitales como Toy Story.
A 25 años de su estreno en cines El Rey León se sigue manteniendo como una de las entregas más representativas de Disney en el cine. Una historia apta para todo público que nos deja en claro que aunque uno se desvié del camino huyendo del destino que estamos destinados a recorrer, el pasado siempre estará acompañándonos.