- La disminución de recursos del Ramo 23 forzará a los estados a realizar presupuestos de egresos sostenibles porque ya no recibirán los excedentes de ingresos que el gobierno federal les otorgaba que cada fin de año.
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
Según datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CEIP), Durango es el estado número 13 en endeudamiento per cápita a nivel nacional con una deuda del 82.3 por ciento de sus participaciones federales y un plazo para pagarla de 17.4 años, lo que a su vez determina que la federación le haya otorgado un menor presupuesto que a otros estados.
La nueva Ley de Coordinación Fiscal indica que las finanzas públicas estatales tendrán cambios destacables en 2019 por la reducción al Ramo 23 y la reasignación de recursos en algunos rubros. Aunque la distribución de recursos entre los estados continúa siendo inequitativa, se observa que en aquellos rubros que no dependen de fórmulas pre establecidas en la Ley, la federación intenta reducir la brecha regional, por lo que la zona sur obtiene mayor promoción en conceptos como la inversión pública.
Durango tiene una deuda por Producto Interno Bruto por Entidad (PIBE), que alcanza el 2.5 por ciento y una deuda por ingresos totales del 31.2 por ciento con una tasa de interés del 8.8 por ciento, que lo sitúa si bien no en un estado en número rojos por endeudamiento, sí está en fase amarilla en la mayoría de los rubros, solo el tiempo para pagar tiene una calificación positiva.
La disminución de recursos del Ramo 23 forzará a los estados a realizar presupuestos de egresos sostenibles porque ya no recibirán los excedentes de ingresos que el gobierno federal les otorgaba que cada fin de año.
Ciudad de México, Tabasco, Campeche, Sonora, Colima, Nuevo León, Tamaulipas, Baja California Sur, Querétaro, Baja California, Zacatecas, Quintana Roo, Jalisco y Sinaloa son los estados que tienen participaciones per cápita por encima del promedio nacional de siete mil 365 pesos. En cambio, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Chiapas y Michoacán son entidades federativas que tienen bajo nivel de participaciones (inferior a seis mil 187 pesos), PIB (inferior a 112 mil 627 pesos) e ingresos locales (inferior a mil 094 pesos) per cápita y dependen de un alto nivel de aportaciones por habitante superiores a seis mil 666 pesos.
A pesar que el nuevo gobierno federal intenta disminuir la brecha regional, la situación de las entidades federativas en 2019 cambiará ligeramente por el peso que tiene la Ley de Coordinación Fiscal en la distribución de recursos.
