- Una esperanza su estancia en la ciudad; buscan mejores de condiciones de vida.
Por Graciela Rosales /La Voz de Durango.
En operativo especial, vía aérea, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), rescató en un helicóptero a una familia de indígenas que vivía en un pueblo “fantasma” del municipio de Pueblo Nuevo, quienes, a través del trabajo periodístico de La Voz de Durango, solicitaron ayuda, y en esta ocasión fueron escuchados y ya se encuentran en la ciudad de Durango.
La mañana de este martes, el rostro de Leonor Celedón era diferente, por sus ojos se asomaba la esperanza de reunirse con sus padres Alfredo Celedón y Felícitas Aniceto Chamorro, a quienes no veía desde hace seis meses, así abordó el helicóptero del Gobierno del Estado, con nervios, frotándose las manos, en ese momento no sabía cómo iba a encontrar a sus progenitores, a su hermana y sus dos sobrinos.
Hace una semana, Leonor había contactado con este rotativo, para pedir angustiada que alguien le ayudara a sacar a sus padres de ese pueblo del que una a una se fueron alejando las familias, por miedo al crimen organizado y para buscar mejores condiciones de vida y al que únicamente se puede llegar a lomo de bestia o vía área.
La preocupación de Leonor era justificada, sus padres mayores de 80 años no tienen la condición física para montar a caballo por mínimo 24 horas para llegar a la carretera más cercana, pero además el abastecimiento se estaba terminando, “por favor, alguien que nos ayude, ellos son ancianos, ya no pueden caminar, menos montar a caballo”.
La información periodística llegó a conocimiento del titular de la SSP, Francisco Javier Castrellón Garza, quien, sin pensarlo dos veces, buscó la aprobación del gobernador del Estado, José Rosas Aispuro Torres para utilizar el helicóptero y en unos días armó el operativo de rescate, contando con la colaboración de la Benemérita Cruz Roja Mexicana, de la médica voluntaria, Claudia Campos y del capitán Cepeda Michel.
Eran aproximadamente las 11 de la mañana cuando el helicóptero aterrizó en el hangar del Gobierno del Estado, en el Aeropuerto Internacional Guadalupe Victoria; la sonrisa no cabía en el rostro de Leonor, traía a sus padres, a su hermana y sobrinos que también fueron rescatados.
No dejaba de sonreír y de agradecer, “gracias al secretario de Seguridad, al gobernador, a La Voz de Durango, a todos los que nos echaron mano, a todos, muchas gracias… estoy contenta, feliz porque ya están conmigo”.
De acuerdo con el diagnóstico de la galena voluntaria, los padres de Leonor presentaron signos vitales aceptables, aunque es conveniente que sean consultados médicamente a la brevedad; ambos están muy delgados y a doña Felícitas fue necesario bajarla del helicóptero en camilla y trasladarla junto con su esposo, en ambulancia hasta la casa de su hija Leonor en donde vivirán junto a otras cuatro familias indígenas que solo de esa manera completan el pago de la renta.
Su hermana Regina, de 40 años, madre soltera, con Mayra y Natalio, de ocho y cuatro años de edad, también se siente alegre y con la esperanza renovada, con la ilusión de conseguir trabajo, asegura que llevará a sus hijos a la escuela “allá no había donde, no hay nada” y sonríe agradecida.
