Por Omar García Rosales
Las obras literarias siempre han ido de la mano con Hollywood, quien siempre está en la búsqueda de adaptar grandes clásicos de la literatura y de alguna u otra manera, ser una re imaginación de la historia original, contada con todo el apoyo de las nuevas tecnologías.
Basada en el poema épico La Ilíada escrita por Homero a mediados del siglo VIII, el director Wolfang Petersen en 2004 nos presentó su visión sobre la última gran guerra de Troya y la búsqueda de la inmortalidad por el guerrero griego Aquiles. El conflicto inicia luego de que París (Orlando Bloom) Príncipe de Troya, decide escapar con Helena de Esparta, esposa de Menelao quien furioso por este hecho, decide pedir la ayuda de su hermano el Rey de Grecia, quien ve en esta situación la oportunidad perfecta para iniciar la guerra con Troya y así poder conquistarla.
Con un gran ejército leal a la causa del rey griego, Agamenon sabe que de alguna u otra manera necesitarán la ayuda de Aquiles (Brad Pitt). Uno de los mejores guerreros de Grecia, quien lejos de ser su aliado en cualquier momento se podría convertir en su enemigo, pero la idea de conseguir la inmortalidad le es suficiente para embarcarse en la guerra. Pero Troya de ninguna manera planea ser conquistada, ya que no solo cuenta con los muros más altos y los mejores arqueros del mundo, sino que cuentan con el príncipe Héctor (Eric Bana), el mejor guerrero troyano.
Alejándose con creces de su obra literaria, Petersen dejo de lado la intervención de los Dioses griegos para apostar por una producción en la que la guerra y su destino no era guiada por éstos, sino por los intereses de los hombres. Las actitudes de los principales involucrados en el conflicto también sufrieron grandes cambios radicales, ya que Héctor pasó de ser un guerrero sanguinario y luchador considerado por los troyanos como un dios, a un hombre leal, tierno y dedicado a la familia, mientras que la relación entre Aquiles y Patroclo, pasó a ser un relación de amistad entre primos y no de tensión sexual como en su contraparte literaria. Sin olvidar el hecho de que no existe mención alguna a la inmortalidad de Aquiles ni a su punto débil a causa de este hecho.
Uno de los elementos más asociados de este conflicto es la inclusión del caballo de Troya, el cual nunca llegó a formar parte importante en la conquista final de la ciudad y éste fue concebido por Odiseo mucho tiempo después de la muerte de Aquiles, ya que esta guerra duró un promedio de veinte años.
A quince años de su estreno en cines, Troya es una adaptación literal de La Ilíada, una historia que tendría que tener a los dioses moviendo los hilos detrás de cada batalla, optó por una historia de venganza, guerra, amor y redención, que en su momento logró triunfar entre el público gracias a sus efectos especiales y reparto de estrellas del momento.