POR NETZA FUENTES
Sumergidos en una mala racha están mis Generales de Durango colocados en séptimo lugar de la zona norte solo arriba de La Laguna con 8 victorias y 13 descalabros, si bien es cierto se han enfrentado a equipos muy poderosos, sus siguientes enfrentamientos son con Diablos que está en el segundo lugar de la zona sur y León, así que no se ve nada fácil el panorama para los comandados por Lorenzo Bundy.
En una plática que sostuve con Alfredo Aramburo vía celular la semana pasada, entre otras cosas le pregunté, ¿Cómo ves el funcionamiento del equipo? A lo que me dijo con toda seguridad, hace falta que algunos peloteros cambien el “chip” ya que el llegar a Durango es un premio y no un castigo, estoy consciente que falta más trabajo que hacer, pero vamos por buen camino.
¿Siendo nativo de Mazatlán, por qué Durango?
Porque nadie es profeta en su tierra amigo, además soy un apasionado del beisbol, en esta organización hay alrededor de 140 empleados que trabajan con pasión, los juegos de casa son transmitidos por televisión con el firme objetivo de posicionar al estado de Durango y la marca Generales, además próximamente estaremos llevando a cabo el maratón internacional Generales de Durango, también un torneo de Golf, esto quiere decir que es un proyecto serio, en los próximos días se estará poniendo la primera piedra para la escuela de beisbol que se instalará en Durango, también la academia de Generales de Durango.
Por otra parte es muy grato saber que el próximo mes de mayo habrá actividad del beisbol infantil que encabeza el incansable promotor el señor Jesús Luna al recibir a cuatro equipos de los Venaditos los días 18 y 19 que a la postre visitarán el puerto de Mazatlán, en total serán 16 equipos entre Tierra Blanca, liga Sertoma, “Ligas unidas” además la selección de 11 y 12 años que participará en el torneo nacional de “Telmex”, es de reconocer el gran esfuerzo que se hace para inculcar a los niños el amor a este deporte.
Me despido como siempre agradeciendo de ante mano sus comentarios que me hacen llegar, y ¡que viva el Rey!