El gobierno de Estados Unidos firmó el pasado 16 de abril un plan para reducir el uso del agua del Río Colorado, que abastece a 40 millones de personas que viven en la frontera con México.
De acuerdo con la propuesta de la Cámara de Representantes y el Senado norteamericano, firmada por el presidente Donald Trump, con esta acción se busca impedir que el nivel de las represas en el sur norteamericano descienda al grado que ya no pueda proporcionar agua ni operar la hidroeléctrica de la Presa Hoover.
De las 40 millones de personas que se benefician con el agua del Río Colorado, alrededor de 3.2 millones viven en los estados fronterizos de Baja California y Sonora, en México.
Además, con el agua del río se siembran -del lado mexicano- más de 207 mil hectáreas en los Valles de Mexicali y San Luis Río Colorado.
En el caso del Valle de Mexicali se trata de una zona que actualmente vive una lucha entre ciudadanos, gobierno y empresarios por la instalación de una planta cervecera perteneciente a la empresa estadounidense Constellation Brands. El argumento principal del grupo opositor es que la región vive un “estrés hídrico” por lo que su puesta en marcha agravara el problema de abasto de agua, en tanto sus impulsores sostienen que existe suficiente líquido proveniente del Río Colorado para su operación.
A decir de Alfonso Cortez Lara, investigador del Colegio de la Frontera Norte y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, con la firma del plan por parte de Trump “el gobierno mexicano está obligado a ahorrar 51 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua anuales para dejarlos en el Lago Mead”, localizado a 48 kilómetros de la ciudad de Las Vegas, Nevada.
“Como México, a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos, firmó el Acta 323 en septiembre de 2017, y con ello se apega al Plan Binacional de Contingencia por sequía en la cuenca baja del río Colorado, entonces está obligado a implementar este primer nivel de ahorro”, explicó el Investigador.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó que habrá una reducción del líquido para México y Estados Unidos por la crisis de escasez, sin embargo también señaló que una vez que se resuelva el problema se podrían regresar los volúmenes para todas las entidades afectadas en ambos lados de la frontera.
Los 51 millones de metros cúbicos que México está obligado a ahorrar por el plan firmado por el presidente norteamericano equivalen a casi un cuarto del agua que cada año consumen pobladores, comercios, industrias y los gobiernos de los cinco municipios de Baja California y la localidad de San Luis Rio Colorado, Sonora, de acuerdo con cifras del Consejo de Desarrollo Económico (CDE) de Mexicali.
¿Cervecera en la cuerda floja?
Para Iván Martínez Zazueta, asesor técnico del Colectivo Plebiscito por el Agua de Baja California, organización civil que se opone a la instalación de la planta cervecera Constellation Brands, el plan firmado por el presidente Donald Trump solo confirma “uno de los escenarios de escasez de agua en esta región del país que activistas e investigadores han denunciado, un escenario que tarde o temprano ocurriría”.
“La reducción de los volúmenes de agua por este plan de contingencia va a afectar, en primer lugar, la disponibilidad del líquido en el Valle de Mexicali, va a reducir los escenarios futuros de abasto hídrico y complica aún más la escasez relativa de agua en la región (la disponibilidad en relación a la demanda)”, explicó.
En ese contexto, dijo, la construcción de la planta cervecera de Constellation Brands y cualquier otro proyecto de alto consumo hídrico agravará aún más la escasez y competencia por el agua en Baja California.
“Una duda que surge es: ante el plan de contingencia firmado por Trump, ¿el gobierno norteamericano permitirá que se instale en alguna de las entidades estadounidenses de la Cuenca del Río Colorado una planta cervecera con las dimensiones de la que Constellation Brands pretende construir en Mexicali? Evidentemente la respuesta es no”.
Por su parte, el investigador Alfonso Cortez Lara sostuvo que con la acción anunciada por Trump es evidente que existe un problema de “estrés hídrico” en la región, “entonces menos se justifica aún la instalación de Constellation Brands en Mexicali ya que se abastecería de las mismas fuentes de agua”.