Después de un feliz noviazgo, Karen y Julio decidieron celebrar su unión matrimonial ante la ley de Dios, por tal motivo llegaron hasta el altar de la Catedral Basílica Menor, en donde estuvieron acompañados por sus orgullosos y felices padres, María de Jesús Parra y Javier Olivan, por parte de la novia, y Julio Berúmen Quiñones y Esther Acosta Solís, por parte del novio, quienes se mostraron sumamente emocionados y conmovidos por el enlace entre sus hijos. Todos los asistentes escucharon muy atentos la homilía del padre, quien exhortó a los contrayentes para que basen su matrimonio en la confianza, la comunicación, y el respeto. Una vez finalizado el servicio religioso, los recién casados ofrecieron una elegante recepción en el salón de eventos sociales El Campanario, donde la pareja bailó su primer vals como esposos, para dar paso a una gran celebración, degustar de exquisitos platillos preparados especialmente para la ocasión y bailar al ritmo de la banda Perla Azul. El nuevo matrimonio paso una velada mágica e inolvidable.
¡Enhorabuena!








Por Cinthia Sagardi / La Voz de Durango.