Por Aarón Quiñones
La semana que comienza tiene un ingrediente especial en el clima político local, se sabe que con la entrada de la primavera comenzarán a elevarse las temperaturas y con ello el bochorno y la desesperación pueden sacar el cobre de cualquiera y es que adivinar o predecir lo que va a pasar con el Circo de Morena tiene a los analistas citadinos vueltos locos, pero si quieren saber qué pasa o qué va a pasar, pregunten al hombre que usa tirantes en su diario vestir.
El Partido del Trabajo, con su habitual dueño, miembro fundador y candidato único, Alejandro González Yáñez, quien con dos o tres maniobras les bajó las intenciones a dos, pero que casi 20 gentes que querían la gansa de los huevos de oro en la candidatura por Morena (no es por presumir, pero en una columna anterior se los dije), tiene vara alta en esto.
Gonzalo siempre le ha apostado a lo seguro, el mexiquense regionalizado duranguense nunca, aunque usted no lo crea, ha perdido. Él siempre gana, por donde lo vea, y ahora tiene la batuta aquí en Durango para tumbar a Otniel García o al buen Silvestre Flores, digo, si ya bajó al actual alcalde, ya nada más le falta quitarle el puesto a Yeidickol.
Lo del teatro ese de la coalición y que se aparecen tres personajes que sí son conocidos y diputados muy bien, pero que no tienen absolutamente ni el peso, ni el capital político que tiene la gente de México que está definiendo esta ruta previa a las elecciones, solo es otra maniobra de distracción, ojo, el petista mayor se supo mover con anticipación y sabiduría, bien dicen, más vale diablo por viejo que por diablo.
Aún así el que escribe esta columna se atreve a vaticinar algo y es que el buen “Tirantes”, esta vez sí se va a “rajassz”, le apuesto algo querido lector, el hombre no es tonto. No creo que un político tan hábil quiera la presidencia para sí por la inversión en tiempo y dinero que representa agarrar lo que el doctor Enríquez le va a dejar. González Yáñez quiere imponer a alguien en el puesto, alguien dócil que pueda manejar y que desde las arcas municipales patrocine su camino, ahora sí a la grande cuando venga la encuesta de revocación de mandato y aprovechar la ola chaira, si no me cree, de mí se acuerda en unos días.
