- Hay que preguntarse de dónde sacan ese tipo de cosas, de dónde sacaron el medicamento, quién se los proporcionó.
Luego de otro caso donde jóvenes de una secundaria local decidieron tomar medicamento controlado, la encargada del Instituto Duranguense de la Juventud (IDJ), Gabriela Chacón Vázquez, comentó que en este tipo de casos es importante llegar a acuerdos, primero los papás que sean ellos quienes controlen lo que sus hijos llevan a las escuelas y dentro de las instituciones, los comités de padres de familia, así como instituciones escolares hagan revisiones para así no vulnerar sus derechos humanos.
Hace casi un mes un grupo de 13 alumnos de la escuela Secundaria Olga Arias, ubicada en el fraccionamiento Villas del Guadiana de esta ciudad capital, resultó intoxicado por la ingesta del medicamento denominado clonazepam, pastilla de uso controlado, y cuyo resultado fue el internamiento para recibir atención médica de seis de ellos.
En ese sentido, la encargada en el gobierno del estado del sector joven de la sociedad, comentó que, sin ser madre de familia, pero para quienes sí lo son, que tengan la disposición de hacer el “operativo mochila”, que sí tal vez afecta a los derechos humanos, pero a través del diálogo puedan llegar a un acuerdo donde estén la sociedad de padres de familia, los directivos de la institución revisando lo que llevan los niños y adolescentes.
Otra opción viable también viene desde casa y es que los mismos papás de estos jóvenes, adolescentes y niños hagan estas revisiones desde casa y sean vigilantes, porque realmente la sociedad en general se puede sorprender de lo que se lleva a las escuelas, aunado a eso hay que preguntarse de dónde sacan ese tipo de cosas, de dónde sacaron el medicamento, quién se los proporcionó, son cuestiones que valen la pena la respuesta, dijo.
Aarón Quiñones/La Voz de Durango
