- En el Colegio de Ciencias y Humanidades, así como en el Centro de Desarrollo del Deporte Universitario, es donde más se han detectado.
El secreto a voces que representaba la presencia de personas que cobraban sin laborar dentro de la nómina de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), finalmente se reconoció y fue en voz de la secretaria General del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad Juárez del Estado de Durango (STAUJED), Palmira Maldonado Serrano, quien subrayó que en cada administración se ha presentado y se seguirá presentando.
Durante entrevista, la líder sindical comentó que se han acercado algunas personas al sindicato, no agremiados para que se les apoye para por lo menos sostener su empleo, porque sí se detectaron personas y fue el mismo rector, Rubén Solís, quien comentó que en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), así como en el Centro de Desarrollo del Deporte Universitario (CEDDU), entre otros, había trabajadores que ni siquiera se conocían, es decir “aviadores”.
“Es de todos conocido que en todas las administraciones siempre hay, yo lo único que pido es que no paguen justos por pecadores porque de alguna forma se han estado viendo perjudicados algunos trabajadores, dado que por esta auditoría no se les había pagado tres quincenas, entonces el salario es sagrado. Hay que buscar la forma que accedan a ello”, señaló.
Cuestionada sobre el número de estos aviadores detectados, la profesora dijo desconocer tal dato, sin embargo, aseveró que, “de que los hay, los hay, y siempre los ha habido y siempre los habrá,” respecto a los trabajadores afectados por despidos explicó que solo los de confianza, los de contrato de tiempo determinado y por obra, han sido los que han estado siendo auditados de forma más cercana.
En cuando al tema de las destituciones de estos aviadores, Maldonado Serrado argumentó que ya se están dando derivado de que no han podido justificar su estancia laboral, así como la “doble función” que ejercían dentro de las diferentes instituciones de la propia universidad.
Aarón Quiñones/La Voz de Durango