Ayer, el régimen de Nicolás Maduro desistió de enviar 20 toneladas de oro venezolano al extranjero y cedió ante la creciente presión internacional para mantener los cada vez más escasos activos duros del país en manos seguras, según una persona conocedora del tema.
Los lingotes de oro se pesaron y se separaron para su envío, pero no se despacharán. La persona no sabía a dónde se dirigía el oro ni el tipo exacto de transacción, pero el destino de las barras convirtió en un motivo de gran preocupación dentro y fuera del país.
Valuadas en unos 850 millones de dólares, son una fuente importante de riqueza en una nación sumida en la pobreza extrema bajo el mandato de Maduro.
El jueves, el senador estadounidense, Marco Rubio, afirmó a través de Twitter que Noor Capital, empresa de Emiratos Árabes Unidos, era la institución financiera que orquestaba la transacción con las autoridades venezolanas.
Rubio advirtió a la compañía que tanto ella como cualquier aerolínea que contrate para transportar el oro serán objeto de sanciones por parte del Tesoro de Estados Unidos.
Veinte toneladas equivalen a muchos lingotes de oro, casi mil 600. Juntos representan alrededor del 10 por ciento de las reservas en el extranjero del Banco Central de Venezuela.
Agencias