MTF. Alfredo Arévalo
Muchas veces creemos que la vida solo tiene dos puntos, blanco o negro, bueno o malo, arriba o abajo, día o noche, etc., como esos podemos recordar muchos ejemplos similares, los cuales marcan una dualidad que hemos aprendido a catalogar otorgando cualidades positivas o negativas.
En un principio este articulo iba a hablar de lo positivo y negativo, quien piensa en “blanco” o en “negro”, pero al comenzar a escribir me di cuenta que esa dualidad marca nuestra vida, pero de donde viene esa necesidad, si limitamos las opciones a solo dos sería más “fácil” elegir de todo el abanico de posibilidades, eso vendría a resolver una parte.
Pero ¿por qué la dualidad?, como seres humanos tenemos la necesidad de nombrar las cosas, en muchas culturas si no tiene nombre no existe, entonces a partir de esa idea una persona crea algo y la nombra, le ponemos nombre a todo … Una mascota, un vehículo, un amuleto, etc., y al mismo tiempo ese nombre trae consigo características positivas o negativas.
En el pasado la noche traía peligros por lo que era “mala” y como era negra todo lo relacionado a ese color tiene ese mismo significado: por el contrario estaba el día que era lo contrario, y por consiguiente tenia características positivas. De esta manera es más “fácil”, o al menos eso creemos, pero si recordamos el articulo pasado cada uno de nosotros tiene un lado “bueno” y uno “malo”, así se ha mencionado siempre y lo hemos aprendido.
Hasta este punto obedecemos a un mandato social, que aparentemente no trae ningún conflicto, el problema es el prejuicio al que nos orilla esto en la vida ordinaria, si alguien aprendió en algún momento de su vida que una persona indigente es algo malo, ella va a cargar con esa clasificación y todo el que entre en esas características por consiguiente será “malo”, y al igual que esa persona muchas otras ideas aprendidas nos harán crear prejuicios sobre muchas de las situaciones que vivimos.
Por otro lado al evitar ese aspecto “malo” que hemos aprendido nos lleva a crear características buenas y buscar personas que las cumplan, por esa razón las parejas tienen grandes expectativas durante el enamoramiento, pues encontraron una persona “buena”, pero cuando la relación no se desarrolla como lo planean se convierte en algo “malo”.
Y así toda nuestra vida se encierra en esa dualidad aceptada y aprendida generación tras generación, que nos ha llevado a “nombrar” situaciones de acuerdo a sus características, limitando nuestras opciones a lo que es “bueno” o “malo”, buscando entrar nosotros mismos en esa dualidad, pero lo que debemos recordar es que cada uno tiene la capacidad de juzgar e identificar, y si vemos a tiempo que estamos prejuzgando alguna persona o situación, aprenderemos analizar el contexto que nos llevó a crear esa imagen en nuestra mente.
Sobreviviremos al próximo lunes si nos unimos a la paranoia colectiva, ahí estaremos a salvo… pero hay que cuestionarlo todo para cultivar tu propio criterio….
Para las familias que tengan alguna problemática y necesiten apoyo, pueden acudir al Centro Universitario de Salud Mental (CEUSAM) en la Facultad de Trabajo Social, abierto en un horario de 4 a 8 de la tarde o al teléfono 817-66-63.
