Por Francisco Luis Monárrez Rincón
Con el mejor de los ánimos, a partir de esta aportación, mis colaboraciones serán más breves o más cortas.
En mi colaboración pasada, hable del estilo o de la forma de presionar del señor Donald Trump, mencione que era una de sus herramientas para el papel que le gusta desempeñar, como un gran negociador.
Casi siempre lo logra, pero forzando las cosas por la fuerza, no por la razón.
Trump, un hombre rico, sabe que sus más de 5.6 mil millones de dólares de fortuna, le da poder, pero está, muy por debajo de Elon musk su peligroso y venenoso consejero.
Un negociador maniático, lleno de poder y de odio, que busca siempre ventajas, agarrando a México de su puerquito.
Trump lo hace todo a base de chantaje, hoy podemos ver con ya dobló a Colombia y a su presidente, pero no poniéndole aranceles a cambio de recibir a los migrantes colombianos.
La semana pasada afirme, que México no podía ser sólo espectador y debía proponer acciones que ayuden a contener al monstruo, que quiere perjudicarnos por el lado de T-MEC y con más aranceles.
Hace bien la presidente Claudia, que buscar cerrar filas, buscar respaldo con sus pros y contras en la política de México, que le den fortaleza, porque no crea que Morena sea la gran cosa.
El regreso de más de cuatro mil mexicanos, debe ser una preocupación de todos, como país, nos debe mover la solidaridad con el desvalido, que se tuvo que ir en busca de una vida mejor, eso, nos debe doler.
Lo cierto es que los gobiernos han fallado, pero también como pueblo, porque la solidaridad y las buenas costumbres de nuestro país se han perdido y los culpables somos todos.
En nuestro Durango, los estragos de una pobre economía están muy latentes, no hay circulante, no hay comercio, la industria hace mucho que no pinta en nuestro medio, la agricultura, la ganadería y la madera está en los suelos.
Pero el secretario de Desarrollo Económico percibe más de 500 mil pesos mensuales, según denuncias en diversos medios, pero 500 mil son suficientes para contar tanta mentira.
Hace falta, una reingeniería de gobierno en todas y cada una de las actividades económicas urgen, crear espacios de análisis, de reflexión y de conclusiones, es imperativo, contratar gente preparada que encabece estas tareas.
El viento negro que traía el gobernador Esteban, ya casi lo pasó, dejó ruido y malos comentarios, pero ya pasó, hoy tiene este nuevo reto, sacar a Durango del atraso y de la jodidez.
Esto lo debemos hacer antes de las peleas que siempre se dan en un proceso electoral local, como el que viviremos este primero de junio.
