- Para poder trabajar.
- Tienen que curarse en alcohol durante un año para quitar su veneno y que no se echen a perder en los productos que los contienen, al año los artesanos compran hasta 50 mil alacranes.
Sara Valenzuela /La voz de Durango
El mercado Gómez Palacio es uno de los lugares más emblemáticos de la zona centro de nuestra ciudad, en donde día con día, locales y turistas acuden a consumir sus diversos productos tanto gastronómicos, como de canasta básica y por supuesto artículos hechos a manos de artesanos que destacan por incluir alacranes.
Entre los pasillos del mercado Gómez Palacio, podemos ver cómo cada uno de los puestos está tapizado de productos como llaveros, relojes, ceniceros, cachuchas, playeras, licores, paletas e incluso brochetas de alacrán, que llaman la atención sobre todo de visitantes de otros estados… pero, ¿de cuánto tiempo es el proceso de preparación de los alacranes para incrustarlos en cada objeto?, ¿cuántos de ellos se utilizan?, ¿de donde los traen?, ¿los llevan vivos muertos?… Todas esas preguntas las respondió Jesús Moreno Rodarte, uno de los comerciantes de dicho lugar, que tiene cerca de 30 años trabajando en las artesanías “Lupita”.
“Los trae la gente de la sierra, ellos son los recolectores, al año se andan comprando alrededor de 50 mil alacranes y cuando es temporada de lluvia es cuando empiezan a recolectarlos, es cuando se reproducen también, en el tiempo de frío se esconden. (…) A veces traen dos mil, mil según la necesidad de cada quien, hay gente que trae a diario, hay gente que trae 200 diarios, pero ya si se tardan una semana traen dos mil, tres mil, en la temporada se llegan a comprar de 40 mil a 50 mil alacranes al año, entonces ya con eso sí se puede trabajar”, comentó el entrevistado.
Al momento de visitar a los artesanos, podemos ver cómo cada vez más es común que los alacranes se encuentren en los dulces, mezcales y brochetas, pero como todo, deben de llevar un proceso de un año para quitar el veneno y que este no sea nocivo para el humano al momento de consumirlo, ya que si no se le da el trabajo previo, los alacranes pueden ser tóxicos o en su defecto pueden echarse a perder.
“Al alacrán cuando la gente los recolecta tiene que traerlo vivo, eso es muy importante, porque si traen un alacrancito muerto entre todos a la hora de ponerle alcohol para que suelte las toxinas va a echar a perder a los demás porque cuando este se está muriendo empieza a tirar lancetazos para querer picar porque es muy agresivo y temperamental, por eso tiene que estar vivo para que suelte su veneno y se quede en el alcohol y ya después de un año ya se puede trabajar con los llaveros, con las paletas, brochetas, porque si no se hace así es peligroso para la gente que lo consume en las paletas y brochetas, los alacranes se cuentan de uno por uno en unos botes de plástico para verificar que no venga ninguno muerto. (…) Ha pasado que clientes han comprado productos en otros lados y los alacranes se han podrido y agusanado y esto pasa cuando no les dan el proceso adecuado”, detalló Jesús Moreno Rodarte.
Y para finalizar comentó el experto en artesanías que otro de los productos que más consumen los visitantes, es el veneno de alacrán, el cual es un remedio utilizado para el dolor en articulaciones.
“Es para la gente que tiene dolencias en las articulaciones, hay gente que padece de dolores crónicos, de exceso de trabajo o por la edad, articulaciones de las rodillas, espalda, manos y es muy efectivo. (…) Un alacrán suelta apenas una mínima gotita, entonces para llenar un frasco de estos, se tardarían un mes o tal vez un año, tenemos que poner alrededor de dos mil alacranes en un frasco de mayonesa para obtener por lo menos 20 frascos de estos, esto por el volumen del alacrán y lo que lleva de masa líquida de alcohol serían dos litros”, concluyó.
