Chelsy C. Ramos/ La Voz de Durango
Fuente: Javier Guerrero Romero, cronista de la Ciudad de Durango
“El multifamiliar es una joya arquitectónica que debe ser reconocida, respetada y admirada por los duranguenses, si bien la ciudad tiene obras de arquitectos de renombre internacional, lamentablemente son poco conocidas, descuidadas y eso propicia el que no le den el mantenimiento suficiente y que incluso haya ideas de quererlas destruir, para hacer algo, como una imagen pseudo colonial y recuperar la plaza de San Francisco, cuando se está hablando de una gran obra de la arquitectura del siglo XX”, comenta el cronista de Durango, Javier Guerrero Romero.
Sobre calle Francisco I. Madero, a unos pasos de la avenida 20 de Noviembre, se encuentra uno de los edificios más emblemáticos en la cultura urbana de la ciudad de Durango, se trata del complejo de apartamentos Multifamiliar Francisco Zarco, conocido simplemente como «El Multifamiliar».
Este edificio formó parte del proyecto “modernización de la ciudad”, que impulsó el gobernador Francisco González de la Vega, o mejor conocido como el “proyecto de desarrollo de la vivienda vertical”, con el fin de otorgar a los trabajadores del estado una vivienda digna.
Lo que permitió que se construyeran los primeros cimientos arquitectónicos de multifamiliares en la ciudad. En 1957, se empieza a trabajar en el diseño de una serie de políticas públicas, dirigidas a satisfacer las necesidades de vivienda de los burócratas, que no tenían el beneficio social de la vivienda que marcaba la constitución de la república.
Se construyen dos multifamiliares, el “Picachos” que se encuentra en la calle Luna, ubicado en el barrio de Analco y el más conocido el “Francisco Zarco”, este tiene varias peculiaridades, “se ubica en el centro de la ciudad y se planteó la necesidad de construirlo como un proyecto de vivienda”, menciona Guerrero Romero, quien concedió esta entrevista a La Voz de Durango.
El multifamiliar Francisco Zarco fue construido por el arquitecto Mario Pani, quien acababa de diseñar en la Ciudad de México los multifamiliares Juárez y Miguel Alemán, los cuales se derrumbaron en el temblor de 1985. Siendo un gemelo de estos inmuebles que se encontraron en la capital del país con un diseño muy similar. Llamado por el gobernador González de la Vega “el arquitecto construye este edificio histórico, dos torres, un patio al centro de convivencia y áreas comerciales en la parte de abajo (tiendas de abarrotes, etc.) con la finalidad de satisfacer las necesidades de sus habitantes, su patio semitechado, es un recuerdo de los andares de la arquitectura de Ciudad Universitaria en la Ciudad de México, al ser también fundador de algunos edificios de la Universidad Nacional Autónoma de México, particularmente de la Facultad de Filosofía y Letras y la Facultad de Derecho, estas dos facultades tienen esa peculiaridad de los patios interiores, tienen similitud con los del multifamiliar Francisco Zarco”, revela el historiador, quien es egresado de la facultad de filosofía y letras de la UNAM.
Se le denomina “Francisco Zarco”, ya que se inauguró en 1957 en el aniversario del centenario de la constitución de 1917, constitución en la que Francisco Zarco fue redactor y cronista del congreso constituyente, promotor de la libertad de prensa en México en las celebraciones del centenario de la constitución de 1957.
El Lic. González de la vega, quien era un jurista extraordinario, decide dedicarle dos grandes obras, el multifamiliar que en honor lleva su nombre, y la carretera Francisco Zarco, conocida coloquialmente como la “Granja Santiago Papasquiaro” que llega hasta Guanaceví, como un homenaje a este gran duranguense.
Todo comenzó hace años en la manzana en la que se encuentra actualmente el multifamiliar, era un terreno baldío y los callejones de alrededor formaban parte del conjunto conventual de San Antonio y del templo de San Francisco que fue demolido en 1917. En los años 20’s se pretendía construir un nuevo centro de recreación y convivencia en la ciudad, aunque existía la plazuela Baca Ortiz y las Alamedas, se decidió limpiar el terreno para construir un parque, que no se construyó y en su lugar fue el Parque Revolución, (Parque Guadiana actualmente) que abre las puertas en 1924, se mantuvo unos años abandonado.
En espera de un mejor uso en los años 40’s se fraccionan las partes de alrededor, y se construyen varios edificios como el Hotel Reforma que hospedó a grandes artistas como John Wayne.
Finalmente en 1957, el entonces gobernador González de la Vega, decide construir un multifamiliar, para trabajadores del estado que “permita tener una vivienda digna, amplia y muy accesible en el centro de la ciudad, así como también la colonia insurgentes, también construida para trabajadores del estado, esto como una área de atención y de crecimiento de la ciudad, de desarrollo urbano y de la vivienda”, señala Javier Guerrero.
“El multifamiliar es una obra muy importante de arquitectura contemporánea del siglo XX que afortunadamente se tiene en Durango se menosprecia mucho en la actualidad por falta de desconocimiento, ignorancia de los antecedentes y de los valores históricos de los espacios que provocan gran parte del deterioro del centro histórico”, recalca el experto de la ciudad.
“Considero fundamental como habitantes de nuestro Durango, tener conocimiento de los edificios históricos de la ciudad, para su conservación, como un legado de grandes personajes durangueños, que trabajaron por el desarrollo y crecimiento de la ciudad, el INAH, protege estos edificios, es considerable que nosotros como ciudadanos nos interesemos en preservarlos y conocer su historia para seguir manteniendo viva la esencia de nuestra ciudad colonial, histórica y tradicional , conservando su arquitectura característica de los siglos XIX y XX”, indica.
Como da a conocer el cronista de nuestra ciudad, al no tener conocimiento, no valoramos, ni nos interesa conservar su esencia, se juzgan lugares que con desconocimiento, han sido y son importantes enigmas de personajes durangueños que contribuyeron a su crecimiento, debido “al producto de la ignorancia, por que no se conoce el patrimonio y su valor cultural, histórico, arquitectónico, un elemento es muy fácil destruirlo”.
El problema de la conservación del patrimonio cultural, es la ignorancia “recientemente algunos arquitectos, que sin apreciar la arquitectura de Durango mencionan que ese edificio desentona, no va bien y es mejor poner una fachada de un set cinematográfico que remedie lo que estaba antes, sustituir por una fachada sin valor arquitectónico con una obra de alto valor arquitectónico”, se opone totalmente a que destruyan este edificio histórico.
Afirma que es fundamental el preservar estos edificios históricos “vale la pena hacerle una intervención a fondo, recuperarlo y si se logra recuperar la parte utilitaria del patio principal, está seguro que va a recuperar la vida que tuvo en su momento”, si bien ha sido pintado recientemente, merece ser un punto de encuentro para quienes viven en los diferentes departamentos, y mantener su finalidad tener una calidad de vida y brindar un mejor entorno de convivencia y movimiento.
“El patio es el área de convivencia, donde los vecinos se encuentran, los niños juegan, donde se hace toda esta convivencia propia de los barrios, dentro de un espacio común como son los multifamiliares, esa dinámica de vida es lo que se debe recuperar, la función habitacional, el problema es que hay muchos departamentos solos convertidos en bodegas de comerciantes de esa zona, se va perdiendo su función y al perderla se deteriora, un espacio que fue construido para ser vivienda”.
El multifamiliar tiene 65 años, es ejemplo de arquitectura funcionalista, merece conservación y rescate como cualquier otro monumento, edificio histórico en Durango, tiene todo los elementos para poder dignificarse y brindar una propiciada calidad de vida en el corazón de la ciudad, hay que mantener ese espíritu y enfoque con el que fue construido, que se ha ido perdiendo con el paso de los años, se considera que en el centro no se puede tener una vida, tranquila, cómoda y segura.
“Hay que buscar una política que recupere el sentido de ‘vivienda’ ya que en la actualidad uno de los grandes problemas de la ciudad y del centro histórico es que se está quedando sin vivienda, trabajar en una política social y pública que ayude a los dueños a revitalizar y redestinarlos a la vivienda, se tiene un problema de dinámica social, no se generan políticas que alienten y favorezcan las condiciones de una calidad de vida en el centro histórico que promuevan una área natural de convivencia donde exista movimiento, si se lograse sería un gran impulso no solo para el multifamiliar, sino para el centro histórico, recuperar su valor turístico y reconocer al arquitecto que lo construyó y sus grandes obras en Durango que dejó un multifamiliar de gran valor”, concluye el cronista.
Al pertenecer y ser ciudadanos duranguenses, aliento a informarnos, investigar sobre el valor arquitectónico de la ciudad, para preservar su historia y tradición, que mantenga la esencia del Durango colonial del siglo XX, fomentar una mejor convivencia entre ciudadanos, proteger, cuidar y preservar nuestro centro histórico, y mantener a nuestro Durango siempre en alto.